Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
En un país donde la movilidad es sinónimo de oportunidad, la regularización de autos de procedencia extranjera se ha convertido en un programa de suma importancia para miles de familias en Tamaulipas. El próximo 30 de septiembre marca el límite para un proceso que ha brindado certidumbre jurídica a aquellos vehículos conocidos popularmente como «chocolates». Sin embargo, la historia no termina aquí, bajo la dirección de la secretaria de Finanzas, Adriana Lozano Rodríguez, Tamaulipas no solo lidera este esfuerzo a nivel nacional, sino que está al frente de una petición al gobierno federal para extender el decreto más allá de esa fecha.
Con más de 360,000 vehículos regularizados hasta la fecha, Tamaulipas no es un espectador pasivo en este programa; es el protagonista. Y no es casualidad, desde la coordinación con los módulos del Registro Público Vehicular (Repuve) hasta la agilidad en la tramitación en línea, Lozano ha sido una arquitecta fundamental en este éxito. “Gestionaremos ante todas las instancias necesarias que el decreto de regularización continúe después del 30 de septiembre,” afirmó recientemente Lozano, con la firmeza de quien sabe que el tiempo apremia, pero que la necesidad de las familias tamaulipecas es aún mayor.
¿Por qué es importante este programa? En un estado como Tamaulipas, donde la economía familiar a menudo depende de vehículos accesibles para el trabajo en el campo, la construcción o el comercio, la regularización pasa de ser solo un trámite administrativo a una herramienta de justicia social. Los más de 1,057 millones de pesos recaudados, destinados a la pavimentación y mejora de infraestructura urbana, representa un avance en la mejora de las vialidades de cada municipio.
Pero la relevancia de este esfuerzo va más allá de lo que aparece en las cifras. La regularización también fortalece la seguridad pública al sacar de la sombra a miles de vehículos, que hasta ahora, sin matrícula, podían ser utilizados para actividades ilícitas. Es un cambio que va desde la legalidad del transporte hasta la tranquilidad de los ciudadanos. Américo Villarreal, lo calificó acertadamente como “una política pública con un enfoque humanista,” y esa definición parece ser la más acertada.
La extensión del programa podría ser el puente que muchas familias aún necesitan cruzar. La gestión de Lozano ante el gobierno federal para alargar el plazo de regularización no solo es oportuna, sino indispensable para seguir avanzando hacia un estado donde la certeza jurídica y el desarrollo económico puedan coexistir.
Aguas con los que no aprovechen esta oportunidad, por que así como se está pidiendo prórroga para extender el programa de regularización, no dudaríamos que cuando termine, se endurezcan las medidas en contra de quienes, en su desidia y ‘valemadrismo’ no hayan arreglado la situación legal de sus vehículos, pero esa es otra historia.
Como decía el gran poeta: «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.» Y en Tamaulipas, ese camino se hace, un auto a la vez, con el liderazgo de Adriana Lozano al volante.
