A México se le respeta
Sin Filtros; por Brenda Ramos
México vive un momento de transformación histórica, no solo porque hoy se cierra el ciclo de un presidente que ha cambiado el panorama político, sino porque mañana comenzará el mandato de la primera mujer en la presidencia, Claudia Sheinbaum. En medio de esta transición, algunos gestos simbólicos han cobrado relevancia: la decisión de no invitar al Rey Felipe de España a la ceremonia de investidura es uno de ellos. Este hecho subraya la postura del país frente a sus relaciones históricas y envía un mensaje claro: a México se le respeta.
La exclusión del Rey Felipe no es un hecho fortuito. Durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, el presidente fue enfático en exigir una disculpa de la Corona española por los abusos cometidos durante la colonización. Aunque algunos han visto en estas demandas un intento de reescribir la historia, la realidad es que México busca redefinir su relación con el pasado y, sobre todo, enviar un mensaje de dignidad a las generaciones presentes y futuras. Ya no somos la colonia sometida, sino un país que exige trato justo y que, en el siglo XXI, reclama el respeto que por siglos le fue negado.
Mañana, Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia y con ello marcará un nuevo capítulo en la historia nacional. Su llegada al poder es un símbolo de la evolución de la política mexicana, una ruptura con las estructuras que, durante décadas, relegaron a las mujeres a papeles secundarios. En un país donde el machismo sigue siendo un reto, el que una mujer gobierne no solo es histórico, es necesario. Es la oportunidad de demostrar que el liderazgo no tiene género, y que las capacidades y la visión para dirigir una nación están por encima de cualquier estigma o prejuicio.
Mientras el país se prepara para este cambio a nivel nacional, en Tamaulipas también se han vivido importantes transiciones. En Matamoros, Alberto Granados tomó protesta el sábado pasado, en lo que será su primer mandato como alcalde. Las expectativas son altas, y el reto para Granados será transformar esas expectativas en realidades. Matamoros necesita un liderazgo que sea capaz de enfrentar sus problemas estructurales con valentía y con un enfoque que esté siempre del lado de la gente.
El entusiasmo y la energía que Granados mostró en su toma de protesta son una clara señal del estilo de gobierno que promete para Matamoros: cercano a la gente, enérgico y con la voluntad de llevar a la ciudad hacia un futuro más próspero.
Carmen Lilia Canturosas, en Nuevo Laredo, representa la continuidad de un proyecto que ha dado resultados. La ciudadanía confió en ella para un segundo mandato, y su toma de protesta ayer fue la reafirmación de un compromiso con el progreso y el desarrollo de su municipio. Durante su primer período, Canturosas demostró ser una lideresa eficaz, y este nuevo mandato será la oportunidad de consolidar sus logros y seguir mejorando la calidad de vida de los neolaredenses.
Con el respaldo de su equipo y el compromiso renovado hacia la comunidad, Canturosas dejó claro que este segundo mandato será un paso firme hacia la consolidación de un futuro mejor, basado en cimientos de trabajo, unidad y progreso para todos los neolaredenses, reafirmando que «la mejor época de Nuevo Laredo está por venir».
En contraste, Reynosa y Río Bravo enfrentan desafíos importantes. Carlos Peña Ortiz fue reelecto como alcalde de Reynosa el pasado 27 de septiembre. Sin embargo, las promesas de su primera administración quedaron en el aire, y la inseguridad y la falta de servicios públicos eficientes continúan siendo una carga pesada para los reynosenses. La reelección de Peña Ortiz más que una oportunidad, llega como una apuesta peligrosa para una ciudad que necesita un cambio urgente.
Por otro lado, Miguel Almaraz como alcalde de Río Bravo, se vislumbra como un funcionario que se pasará festejando su triunfo los tres años en lugar de llegar a trabajar. Esto debido a que después de intentarlo varias veces, finalmente ha logrado el cargo, pero la incertidumbre rodea su administración, ya que sus comentarios en redes sociales se enfocan en festejar, tomar y divertirse. Esa es su idea de “gobernar” y quien sabe que más peligrosas y dudosas costumbres implementará en la alcaldía.
Hoy se cierran ciclos y se abren otros. México se enfrenta a un cambio de era, y el liderazgo de Claudia Sheinbaum será clave para consolidar los logros y enfrentar los retos del futuro. De la misma manera, Tamaulipas ve un relevo de alcaldías que podrían representar tanto oportunidades como riesgos. La historia no favorece a quienes se quedan quietos; solo aquellos que se adaptan y evolucionan avanzan.
México ya no acepta un papel de sumisión; exige respeto, tanto hacia el exterior como dentro de sus propias fronteras. Los nuevos liderazgos tienen la responsabilidad de estar a la altura de ese llamado y sino, que el pueblo se los demande.