Por Óscar Aldrete. Politólogo.
¿Ficción o realidad?
En el supuesto intento de levantón o atentado contra los dos Carlos Peña, padre e hijo, existen dos hipótesis y en ambas salen muy mal parados ambos personajes.
En la primera: que haya sido una parafernalia armada al más puro estilo de las películas que están filmando en Reynosa. Con un guion y narrativa para el olvido, producto de su torpeza actoral y el nulo presupuesto en la producción emergente. La desesperación por la evidente crisis gubernativa que vive el llamado «maquiavelo» los obliga a recurrir a estos vergonzosos episodios, que francamente son muy difíciles de creer.
Segunda: que haya sido real el intento de agresión por una célula emergente de la delincuencia organizada, emergente porque los líderes de esos grupos cuando ordenan terminar con alguien, ¡nunca fallan! Esto está comprobado y deja en evidencia el grado de vulnerabilidad en el que vivimos los reynosenses. Hay un vacío total de autoridad municipal, no hay gobierno, estamos en la anarquía institucional, a merced de la delincuencia institucional y la organizada…
Esto equivale a dimitir del cargo, por su evidente incapacidad para cumplir medianamente con su encargo como empleado temporal de los reynosenses, por su torpeza e inoperancia, porque Carlos Peña Ortiz es un vulgar florero, sin autoridad ni liderazgo alguno.
Esta demanda es en los dos escenarios comentados. ¿Salvo su mejor opinión, estimado reynosense?
