Opinión con sentidoPolíticaPrincipal

Otra vez que se queda con ganas

Otra vez que se queda sin nada…

Sin Filtros; por Brenda Ramos

Las recientes elecciones en Nuevo Laredo, han demostrado nuevamente cómo las ardientes esperanzas de victoria de ciertos partidos políticos pueden desvanecerse ante la voluntad inequívoca del pueblo. A pesar de las múltiples estrategias y artimañas legales, el PAN y el PRI se encuentran una vez más mirando hacia un futuro incierto en la región, mientras que MORENA se consolida como la fuerza dominante.

En el corazón de esta saga electoral está Carmen Lilia Canturosas Villarreal, cuya victoria fue confirmada por el Tribunal Electoral de Tamaulipas tras un exhaustivo proceso de revisión y deliberación. La impugnación promovida por el PAN y el PRI, centrada en un supuesto conflicto de interés y en irregularidades que, alegaron, deberían anular los resultados, se quedó corta. Según la ley, para que una elección sea anulada deben presentarse irregularidades en al menos el 20% de las casillas. Sin embargo, en Nuevo Laredo, este umbral estaba lejos de ser alcanzado, con solo seis casillas anuladas que no afectaron el resultado final.

La estrategia del PAN, dirigida por Cachorro Cantú, no solo incluyó intentos legales, sino también un esfuerzo por movilizar la opinión pública y crear un ambiente de descontento e ingobernabilidad. Intentaron tergiversar las sentencias del tribunal electoral y alegaron una anulación inexistente, estrategias que culminaron en un esfuerzo inútil por revocar una elección decidida claramente en las urnas.

El TRIELTAM, en una decisión dividida, desechó las impugnaciones, subrayando que las elecciones se ganan con votos, no con maniobras legales vacías. Este pronunciamiento además de representar una victoria para Carmen Lilia y MORENA, también envía un mensaje claro sobre la resiliencia de la voluntad popular frente a intentos desesperados de subversión electoral.

Lo que también se hace evidente es la debilidad estratégica y la falta de conexión con las bases que actualmente aquejan al PAN y al PRI en la región. La derrota no es simplemente un revés electoral; es un síntoma de un problema más profundo dentro de estos partidos, que parecen incapaces de entender y actuar según las verdaderas necesidades y deseos de sus electores.

En última instancia, la elección en Nuevo Laredo es un microcosmos de las dinámicas políticas más amplias que se están desarrollando en Tamaulipas y, posiblemente, en todo México. Mientras que MORENA avanza consolidando su influencia, el PAN , el PRI y Yahleel Abdala Carmona por ahora, y otra vez, se quedan con las ganas y, de hecho, se quedan sin nada.

Notas relacionadas

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba