La década perdida de Reynosa
La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Una de las grandes desgracias de Reynosa, Tamaulipas, es el azote sostenido durante casi 10 años de gobiernos Makyiavélicos. Esa década, ha sido una de las más dolorosas para la ciudad; ni siquiera el atrabiliario alcalde Ernesto Gómez Lira, administró con tanto desacierto como los Peña Ortiz.
El atraso urbano, es evidente.
Hasta el centro histórico es un muladar.
Las vialidades están intransitables.
Las principales avenidas, se inundan a la menor lluvia.
Los agentes de tránsito operan sin miramientos como entes meramente recaudatorios.
¿Qué generó esa descomposición de las formas de gobierno en la ciudad más poblada del estado?
1.- La ausencia de ética y de compromiso social, del grupo gobernante conocido como los Makyiavélicos. Trafican con la autoridad: se rentan bienes inmuebles de su propiedad, así mismo; utilizan el presupuesto público a su arbitrio –todas las aventuras electorales de Maky han sido financiadas, en parte o totalmente, por la tesorería del Ayuntamiento–; dicen servir al pueblo reynosense, pero viven en USA; el cargo de alcalde de Makyito, ha sido utilizado como escudo para mofarse de la ley –tiene varias órdenes de aprehensión que no se han podido cumplimentar por su envestidura–; cambian de partido a voluntad, lo que los ha convertido en sujetos sin compromisos partidistas y sin responsabilidades programáticas.
2.- La distracción de recursos del erario, para los proyectos electorales de la Makyiavélica mayor. Desplegó una intensa campaña para disputar la candidatura de MORENA en el proceso interno, para elegir al candidato a gobernador hace tres años, fracasó e impugnó el método eleccionario contratando a un grupo –se dice que nada barato– de abogados para impugnar al triunfador, Américo Villarreal Anaya; en seguida, se enfrascó en otra intentona: pretendió ser candidata a senadora por MORENA, en donde fue arrasada por Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal.
Finalmente, ganó la subasta de una candidatura plurinominal por el Partido Verde al Senado
Evidentemente: esas contiendas demandaron recursos –materiales y humanos– que, se infiere, eran facilitados por el alcalde Peña Ortiz.
Al mismo tiempo, esos sueños de doña Makyiavélica, desviaron las tareas de Makyito que dio prioridad a los anhelos de su madrecita antes que a las obligaciones con la ciudadanía que dice representar.
En conclusión: el jefe edilicio, en lugar de gobernar y de solucionar los problemas de la gente, se dedicó al matraqueo para hacer triunfar a su progenitora.
Eso no es todo.
Makyito, se ocupó de realizar una intensa campaña para obtener la candidatura a la reelección al interior de MORENA. Sólidos fondos se requirieron para revertir una decisión que ya había recaído en el diputado, Armando Zertuche Zuani. Se especula que decenas de millones de pesos fueron a parar a manos de algunos dirigentes nacionales del partido guinda, para levantar la mano del Makyiavelito.
3.- La inexistencia en Reynosa, de liderazgos políticos con visión para construir un bloque opositor contra los Makyiavélicos. Esos invertebrados políticos anti-makyiavélicos, son en parte corresponsables de la gigantesca tragicomedia reynosense.
¿Verá algún día, Reynosa, la luz al final de túnel?