Martín Díaz / La Nube
En Reynosa, el Velatorio Municipal, administrado por el DIF bajo la dirección de Carlos Luis Peña Garza, se presenta como un apoyo solidario para las familias en sus momentos más difíciles. Ofrecen servicios funerarios a bajo costo, atención las 24 horas del día y diversos servicios como capillas de velación, traslado de cuerpos, y más. Todo esto suena muy bien en papel, y en los boletines alegres del Sistema DIF, ¿pero es realmente lo que está sucediendo?
Mientras el DIF presume de su compromiso y humanidad, en redes sociales, la realidad nos cuenta otra historia. En la sección de transparencia, se descubrió un gasto de $ 404,397.2 mil pesos para un contrato de servicios funerarios a un particular, fechado del 1 de enero al 1 de marzo. ¿Por qué, si ya tienen un velatorio municipal? Además, no hay información detallada sobre en qué consistió este pago, ni en el portal de transparencia ni en la página oficial del DIF.
Lo peor del caso es que en el velatorio municipal no se ofrecen servicios gratuitos; al contrario, se cobran tarifas bastante altas. Hay reportes de familiares que denuncian que los cuerpos de sus seres queridos son retenidos hasta que no liquidan las deudas por los servicios funerarios prestados. Esto es un golpe bajo para las familias que ya están pasando por un momento difícil.
Es claro que la administración del DIF Reynosa, bajo la dirección de Carlos Luis Peña Garza, tiene mucho que explicar. ¿A dónde van realmente esos recursos millonarios que deberían beneficiar a la comunidad? ¿Por qué hay tanta opacidad en sus gastos?
No olvidemos que tanto el director del DIF, Carlos Luis Peña Garza, como su hijo, el alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, tienen cuentas pendientes con la justicia por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El DIF Reynosa debería ser un pilar de apoyo, no oficina donde se lucra con la desgracia de las familias más vulnerables.
