Protestas estudiantiles en Bangladés dejan 176 muertos y más de 3.000 arrestos
Por Redacción SC.
Las protestas estudiantiles en Bangladés han desencadenado una crisis de seguridad sin precedentes, con un saldo trágico de 176 muertos y más de 3.000 arrestos, según informes oficiales. La Policía del país ha detenido a unas 3.000 personas acusadas de involucrarse en actos violentos durante las manifestaciones, que han puesto al borde del caos a varias ciudades del país.
El portavoz de la Policía de Daca, KN Roy Niyati, confirmó a EFE que en las últimas 24 horas se han realizado 148 arrestos adicionales, elevando el total a 2.357 desde el pasado fin de semana. Estos arrestos están relacionados con 209 casos presentados por las autoridades tras el estallido de violencia. A esta cifra se suman 449 detenidos en Chittagong, la segunda mayor ciudad del país, y otras 193 personas arrestadas en Rajshahi, según reportes de las respectivas fuerzas de seguridad.
Entre los recientes arrestos en la capital se encuentran dos líderes prominentes de las protestas, Nahid Islam y Asif Mahmud, quienes fueron detenidos en un hospital de Daca. Ambos estudiantes están en el centro de las acusaciones de tortura por parte de las fuerzas de seguridad, un hecho que ha generado una condena generalizada de los manifestantes y defensores de derechos humanos.
Sarjis Alam, uno de los participantes en las protestas, ha informado a EFE que tanto Islam, estudiante de sociología en la Universidad de Daca, como Mahmud fueron secuestrados y torturados por hombres no identificados, una experiencia que ha sido corroborada por Mahmud en declaraciones recientes. Sin embargo, el portavoz de la Policía capitalina ha desmentido que estos estudiantes estén bajo custodia de las autoridades.
Las protestas comenzaron a principios de julio en respuesta a un sistema de cuotas para el acceso al empleo público, que los estudiantes consideran injusto y discriminatorio. El descontento estudiantil ha llevado a una serie de enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad, que han sido criticadas por el uso excesivo de la fuerza en el manejo de las manifestaciones.
La situación continúa siendo tensa, con un número creciente de arrestos y una fuerte represión por parte de las autoridades, mientras el país enfrenta una crisis de derechos humanos en medio de las protestas. La comunidad internacional observa con preocupación la evolución de estos eventos en Bangladés.