PolíticaPrincipal

Las traiciones se pagan, tarde o temprano

Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez

Las declaraciones de la diputada local Leticia Vargas el día de ayer nos dejan varias enseñanzas. Como sabemos, la legisladora que en un inicio llegó por Morena, decidió que era buena idea brincarse para el PAN y desde esa bancada llevarle las contras al partido que la hizo ganar. Al día de hoy ¿Qué obtuvo del PAN o de Morena? Un retroceso que pinta para extinción política.

“Gracias por soportarme, gracias por haberme dado una bonita experiencia, me voy con los mejores momentos, de antemano pido disculpas si llegue a ofender, si llegue a causarles algún daño, es parte del show, nada personal; los llevo en el corazón”. Mientras la diputada decía sus palabras se le podía notar que se le quebraba la voz, su rostro reflejaba un semblante de arrepentimiento y como alguien que sabia su destino, no le quedó más que pedir perdón ¿De que sirvió esto después de ser participe en múltiples actos en los que el tamaulipeco se vio afectado?

Muchos de los que recién van llegando, sienten que tres años nunca terminaran y adoptan estas actitudes. Hay otros que aun ni se sientan en la silla que el pueblo les otorgó y ya andan con la soberbia a tope, desconociendo a quienes los ayudaron a llegar, a los que aportaron para que le victoria se consumara. Incluso algunos que se reeligieron ya han aplicado la de ‘si te vi, ni me acuerdo’ porque saben que tienen asegurados 3 años más.

Esos tienen su lugar apartado en el cementerio de la política. Vean el caso de la diputada Leticia, quien por servir a dos amos se quedó al final con una regiduría. Que pena que, en vez de avanzar, por andar con sus cosas, retrocedió; las remuneraciones que en su momento pudo haber obtenido por apoyar al contrario, tal vez ya hasta se le acabaron.

Los que van a llegar y los que se reeligen, mírense en el espejo de Leticia Vargas, quien perdió casi todo por la soberbia, por creer que el tiempo no iba a correr y estaría en el Congreso cobrando por siempre. Ella muy bien se pudo reelegir, solo era trabajar con su bancada de origen y quien sabe en un futuro poder estar en la cámara baja o incluso, pelear la alcaldía de Madero, pero todo eso se esfumó en el momento que dejó de apoyar a quienes la hicieron ganar.

Si bien obtuvo una regiduría por medio del PAN, las posiciones de mayor nival ya están reservadas para los que se forjaron y tienen trayectoria en el partido azul y más en la zona en la que está; para los traicioneros la mayoría de las veces no les toca nada; hasta eso, a Leticia le fue bien.

Notas relacionadas

Deja una respuesta

Botón volver arriba