Sin Filtros; por Brenda Ramos
Muy duras fueron las reacciones en redes sociales para Melissa Mireles, influencer, ex Miss Tamaulipas y próxima a estrenar regiduría por Movimiento Ciudadano en el cabildo de Ciudad Victoria, luego de que atacara a Lalo Gattás con un tema de semáforos sin funcionar, puesto que la joven no investigó primero que el tema vial es un tema de carácter estatal y no municipal.
Y es que si bien, la gente está de acuerdo con pedir y exigir resultados a sus gobernantes, también esperan que aquellos que operen como “oposición”, estén preparados para abordar temas de importancia local de manera informada, para no hacer el ridículo simplemente por grillar en beneficio de sus patrones.
El tema fue escalando en los comentarios de los usuarios de redes sociales, pues les parecía una pena que personas como Melissa fueran parte de la política solo por ser popular, pese a no estar preparada, asegurando que a la gente le importa más el circo o espectáculo que estos personajes puedan dar, que una actuación competente o efectiva.
Otros aprovecharon para sacarle “los trapos sucios”, mencionando que es “La creación de Gustavito”, que es su consentida y desde hace años “la apadrina”, mientras que algunos más señalaban que solo era una cara bonita, en el contexto que habría utilizado su llamado “Pretty privilege” para escalar hasta su posición de regidora.
De inicio, pareciera que los comentarios fueron muy duros con Melissa, pero luego de apenas rascar un poco al perfil de la “influencer” y saber que aceptó la primera regiduría de Movimiento Ciudadano a pesar de que Gustavo se chingó a la mala dicha posición que le correspondía a otra persona, registrando a Melissa a las 12 de la madrugada, es que nos damos cuenta de que su involucramiento en la política carece de verdadera vocación de servicio. Al aceptar una posición obtenida a través de la traición y sin la preparación necesaria, Melissa se muestra como una figura más interesada en escalar a cualquier costo que en servir adecuadamente como regidora.
Por otro lado, ¿Por qué tanto compromiso con la joven por parte de Gustavo Cárdenas y del líder del partido Naranja Carlos Zertuche para hacerla primera regidora sin preparación y por encima de fundadores del partido? Los rumores en la capital son oscuros, pues tanto en redes sociales, como en mesas de café, señalan a la guapa joven de haberse ganado la estima de ambos políticos gracias a que su popularidad le daba la oportunidad de aparecerse en reuniones y fiestas de políticos, con más amigas guapas que sin duda con su mera presencia alegraban los días, tardes o noches.
Con estos señalamientos, se abre una gran oportunidad para que si así lo desean, tanto Juan Carlos Zertuche, como Gustavo Cárdenas o la misma Melissa, aclaren esta sospechosa manera de su entrada y escala en la política, además aprovechando la oportunidad, podrían aclarar cómo sucedieron las cosas cuando organizó la graduación del CBTIS 119 pues en redes, han circulado capturas de pantalla de supuestos jóvenes afectados, acusándola de haberse robado el dinero de la graduación, que habían contratado el salón las fuentes, pero que no trascendió tanto como el caso similar que se dio en enfermería de la UAT.
En definitiva, la política no debería ser un escenario para aquellos ambiciosos que carecen del perfil adecuado. Con frecuencia, vemos cómo personas sin oficio, trayectoria política, o compromiso con el servicio público y el activismo, acceden a cargos simplemente por su número de seguidores en redes sociales. Esta práctica termina no solo dañando la integridad de los partidos, sino también el bienestar del pueblo. Si necesitan un ejemplo de las consecuencias, solo pregunten a los del PRI cómo les fue con Alito Moreno, cuya imposición por ocho años más fue, sin duda, el último clavo en el ataúd del tricolor.
