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El Cordón Litoral está roto, mientras danzan los millones y el director de ecología no se preocupa

Por: Vicente Hernández

“La naturaleza no se apresura, sin embargo, todo se lleva a cabo.”
«Lao Tzu»

Desde hace ya varios años se venia alertando sobre el rompimiento y posible desaparición del cordón litoral en Altamira, y estos temores acaban de cumplirse corriéndose el riesgo que el agua salada entre y se combine con parte de las aguas dulces de Las Marismas, también se afirmaba que el cordón no podría resistir los embates de un fenómeno fuerte, como puede ser un ciclón o huracán, así que poco después del paso el huracán Beryl y la tormenta tropical Alberto finalmente se rompió

Los ambientalistas, activistas y periodistas, han instado de manera constante a las autoridades y dependencias relacionadas con el medio ambiente, para que tomen las precauciones adecuadas, ya que esta latente el riesgo de que desaparezcan las marismas, que son un área natural y una zona de biodiversidad importante, especialmente para las aves y algunas otras especies, y la erosión está teniendo un efecto nocivo en la flora y la fauna, y se ha podido observar una seria afectación en el manglar que está muriendo debido a la alta salinidad detectada en la zona, según han opinado algunos biólogos entre ellos el Director de Ecología en Altamira Rubén Hervert Zarate.

A pregunta expresa sobre si el rompimiento del cordón litoral podría provocar inundaciones en la zona, respondió que esto no se puede descartar, aunque si así fuera también traería sus ventajas porque con las corrientes podría acarrear algunas especies, otras marinas, enriqueciendo la fauna en lagunas en este caso la de Chanpayan en Altamira,

Por lo que respecta a que acciones esta tomando el gobierno federal, se sabe que desde el año 2018 existe un proyecto de implementación, radicado en la cartera de inversiones de la Secretaría de Hacienda, pero quizás debido primero a los tiempos electorales, y ahora con los cambios en el gabinete, el presupuesto de 200 millones de pesos aprobado en el 2023 para aplicarlos a la primera fase están probablemente en pausa, a pesar que a partir de marzo de 2024 hubo una licitación para reparar la costa mediante la construcción de rompeolas, pero a la fecha no se ha tenido información de que los trabajos hayan iniciado, no obstante que el proyecto integral es de casi 900 millones de pesos.

La verdad es que a los funcionarios solo se les ha ido en pura palabrería, y nada de acción, porque ya en el 2017 la Administración Portuaria Integral (API) de Altamira (ahora ASIPONA) anunciaba  una ruptura de dos metros en el cordón litoral, poniendo en alerta al gobierno estatal, que llevó a solicitar a las autoridades federales que iniciaran los trabajos de reparación, aunque solo se realizaron trabajos provisionales para contener el agua, mientras se concretaba el proyecto de reparación.

Recientemente el director de Ecología Rubén Hervert, muy fresco declaro que “ese es un fenómeno natural, y no representa un riesgo a la población” ¿entonces para que quiere el alcalde Armando Martínez un director de ecología, que afirma que si entra agua salada a contaminar las lagunas y mantos freáticos no hay problema, y que además traerá nuevas especies de mar, aunque se puedan colar los malosos “pez diablo” (si es que todavía no se acaban) y que no se atreve, a nombre de la dirección que el representa y del ayuntamiento de Altamira, pedirle cuentas a ASIPONA sobre el destino del recurso que desde hace tiempo se les entrego para aplicarlo a este problema, y exigirle su pronta reparación, o la construcción e instalación de los mencionados rompeolas? Será acaso como dicen algunos de sus empleados, que no quiere molestarlos para que no le muevan el tapete con el alcalde, debido a sus aspiraciones de dobletear trienio, para seguir al frente de la dependencia de ecología, que le importa mas conservar, que la salud y el bienestar de los altamirenses, que al fin y al cabo él vive en ciudad Madero. – ¿será?

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