Por Redacción SC.
La refinería de Dos Bocas, prometida como el estandarte de la soberanía energética de México, enfrenta un horizonte incierto. A pesar de las declaraciones optimistas de Petróleos Mexicanos (Pemex), que aseguran una producción de combustibles para septiembre de este año, la Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta un panorama distinto. Según su último informe, no se espera que el complejo inicie operaciones antes del último trimestre de 2025. Este retraso se suma a los desafíos que ha enfrentado la refinería Olmeca, cuya puesta en marcha ha sido una montaña rusa de expectativas y contratiempos.
El análisis «Oil 2024, Análisis y Previsión hacia 2040» de la AIE, publicado en junio, detalla los altibajos que ha sufrido el proyecto desde su inauguración por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en julio de 2022. La AIE advierte que, aunque la refinería comience a funcionar, alcanzar su capacidad operativa total llevará años. Esta perspectiva contrasta con las afirmaciones de Octavio Romero, director de Pemex, quien en la conferencia mañanera del viernes pasado, aseguró una reducción del 90% en las importaciones de combustible para septiembre, dejando solo 52 mil barriles. Sin embargo, esta declaración fue tildada de «imposible» por Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC.
Monroy sostiene que, aunque Dos Bocas podría estar terminada para el primer trimestre de 2025, no será sino hasta 2027 que la refinería alcance el 100% de su capacidad. La discrepancia entre las proyecciones de Pemex y la AIE subraya la complejidad y los desafíos inherentes a la puesta en marcha de un proyecto de esta magnitud. La AIE mantiene que una vez en pleno funcionamiento, Dos Bocas jugará un papel crucial en la reducción de la dependencia mexicana de los combustibles importados de Estados Unidos, un paso significativo hacia la autosuficiencia energética.
La situación actual de Dos Bocas refleja la tensión entre las promesas de autosuficiencia y las realidades técnicas y logísticas de la industria petrolera. Mientras que el gobierno mexicano busca consolidar su visión de una nación energéticamente independiente, los expertos y organismos internacionales advierten sobre las expectativas y los plazos. La comunidad espera con cautela las próximas actualizaciones, esperando que Dos Bocas cumpla con su promesa de transformar el panorama energético de México.
