Por Redacción SC.
En un reciente anuncio que marca el comienzo de una nueva era en la política mexicana, Rosa Icela Rodríguez, la recién designada Secretaria de Gobernación por la virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum, ha prometido un mandato caracterizado por el respeto y la civilidad en la búsqueda de acuerdos. En un discurso que resuena con esperanza y determinación, Rodríguez ha asegurado a la nación que su gestión se centrará en trabajar de manera eficaz y sensible para atender las demandas de los ciudadanos.
“Con la confianza depositada en nuestro equipo, nos comprometemos a trabajar con todas y todos, sin distinción, para construir un México más justo y equitativo”, afirmó Rodríguez. Esta declaración no solo refleja un compromiso con la inclusión y la eficiencia, sino que también subraya la importancia de una gestión sensible que escucha y responde a las necesidades del pueblo.
La Secretaria de Gobernación ha enfatizado la importancia de la coordinación y el diálogo constante, guiados por las directrices de la Presidencia, para alcanzar acuerdos que respondan a las exigencias sociales. “Nuestra administración actuará siempre con respeto y civilidad, buscando soluciones constructivas para los retos que enfrenta nuestra sociedad”, declaró.
Rodríguez, quien también se desempeñó como Secretaria de Seguridad en el gobierno actual, reconoció los compromisos adquiridos por Sheinbaum durante su campaña, compromisos que ahora tienen el deber de cumplir. “Los valores y promesas expresados en campaña serán la base de nuestras acciones; daremos valor a la palabra empeñada”, aseguró con convicción.
En un tono de firmeza y transparencia, Rodríguez reiteró su intención de conducirse con honestidad, manteniendo los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. “Estos son los pilares de nuestra moral y nuestra guía; aprendimos del mejor y seguiremos su ejemplo”, concluyó, haciendo eco de los valores que han caracterizado a la administración saliente.
Con estas palabras, Rosa Icela Rodríguez no solo establece las expectativas para su gestión, sino que también invita a la ciudadanía a ser parte de un gobierno que valora la palabra, la honestidad y, sobre todo, el respeto y la civilidad en cada acción gubernamental. Este es un momento definitorio para México, uno que podría señalar el comienzo de un cambio significativo en la forma en que se gobierna y se busca el progreso colectivo.
