Por Redacción SC.
La Canícula, ese periodo anual de calor extremo y sequía, ha marcado su llegada a México con un inicio abrasador en Baja California. Desde el 3 de julio, los termómetros en la región han registrado temperaturas superiores a los 45 grados centígrados, una señal inequívoca de que la temporada más caliente del año está aquí. Se espera que esta ola de calor persista hasta el 11 de agosto, poniendo a prueba la resistencia de la población y los sistemas de salud y emergencia locales.
En particular, Mexicali y Tecate se encuentran en el epicentro de esta ola de calor, con Mexicali alcanzando temperaturas críticas de hasta 45 grados centígrados. Tecate, conocido por su encanto rústico, no se queda atrás, superando los 30 grados centígrados. Por otro lado, Tijuana, Ensenada y Playas de Rosarito presentan un clima relativamente más fresco, ofreciendo un respiro en medio de la sofocante Canícula.
Mientras tanto, en otros estados como Veracruz y Querétaro, la situación parece ser menos severa. Los meteorólogos de la Secretaría de Protección Civil han pronosticado un trimestre con más lluvias de lo normal, lo que podría mitigar la presencia de la Canícula en Veracruz. Eusebio Ventura Ramos, del Observatorio Meteorológico de la Universidad Autónoma de Querétaro, ha declarado que es improbable que Querétaro experimente la Canícula este año, gracias a la nubosidad que caracteriza actualmente al estado.
La alerta no se limita a Baja California; otras regiones del país también enfrentan temperaturas extremas. Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Coahuila se preparan para soportar temperaturas de entre 40 y 45 grados centígrados. Estados como Sinaloa, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Campeche y Yucatán no están exentos, con temperaturas que oscilarán entre los 35 y 40 grados centígrados.
Este fenómeno no solo pone a prueba la infraestructura y la salud pública, sino que también plantea desafíos significativos para la agricultura y la gestión del agua. Las autoridades han emitido recomendaciones para evitar la exposición prolongada al sol, mantenerse hidratado y estar alerta a los signos de golpe de calor. La Canícula de este año sirve como un recordatorio contundente de los crecientes desafíos climáticos que enfrenta México y la necesidad de adaptación y resiliencia ante condiciones meteorológicas cada vez más extremas.
