Por Redacción SC.
A poco más de una semana de las elecciones en Monterrey, la tensión política se intensifica. Mariana Rodríguez, ex candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la Alcaldía, ha calificado al priista Adrián de la Garza, recién electo por la coalición PAN-PRI-PRD, como un «delincuente electoral». Rodríguez, quien quedó en segundo lugar, busca la anulación de los comicios, presentando 23 argumentos para fundamentar su juicio de inconformidad.
Entre las irregularidades señaladas por Rodríguez se encuentran acciones de agentes ministeriales que, según ella, favorecieron a De la Garza, quien ganó con el 37.4% de los votos frente al 30.7% obtenido por ella. Las acusaciones incluyen la obstrucción en la apertura de casillas, el cierre ilegal de algunas de ellas antes de tiempo y la intimidación y agresión hacia partidarios de MC.
La situación se complica aún más con la participación de la titular de Amar a Nuevo León y esposa del Gobernador Samuel García, quien, a pesar de reconocer inicialmente los resultados preliminares adversos, ahora argumenta que la demora en presentar el juicio se debió a la necesidad de recopilar pruebas proporcionadas por ciudadanos y esperar la autorización de sus abogados para hacerlas públicas.
En una reciente conferencia de prensa, Rodríguez se presentó sin los colores representativos de su partido, declarando actuar como ciudadana y no como política, enfatizando que el daño no es solo hacia ella, sino hacia «miles de ciudadanas y ciudadanos». Con un llamado a la acción, advirtió contra lo que considera un tercer robo electoral por parte de De la Garza y el PRI, defendiendo el derecho de los ciudadanos de Monterrey a elegir libremente.
