¿Se va Ninfa Deandar?
Por Oscar Díaz Salazar
De la zona conurbada de la desembocadura del río Pánuco, trasciende que una fracción de los hombres del capital y de la empresa, están pidiendo la salida de la secretaria de Desarrollo Económico del gobierno de Tamaulipas.
Los «capitanes de empresa», -para usar una expresión que mucho halaga a los empresarios regiomontanos-, que tienen su residencia y/o sus intereses e inversiones en los municipios de Tampico, Madero y Altamira, están pugnando porque la secretaria Ninfa Deandar no ascienda al segundo piso de la transformación, lo que en español ordinario significa que no continúe en su cargo, durante el segundo gobierno (federal) de morena y aliados.
El motivo del disgusto con la neolaredense Ninfa Deandar, es el viejo asunto de las marismas de Altamira, que de ser propiedad ejidal, pasaron a ser propiedad pública del gobierno de Tamaulipas, para de ahí aparecer en escrituras como propiedad de prestanombres de mi Geño de oro y de Tomas Yarrington (Fernando Cano), y que fueron «rescatadas» para la hacienda pública estatal por Francisco García Cabeza de Vaca, quien a su vez las entregó a un patronato integrado por los próceres del empresariado tampiqueño, que fueron y son, en pasado y presente, socios, aliados, compinches y consentidos de Cabeza de Vaca.
Los miembros del patronato filocabecista y panista, además de tener el control de esa superficie de muy alto valor, tienen el monopolio de la atención e interlocución del empresariado con el gobierno estatal, lo que provoca hartos disgustos en el resto de los empresarios que en algún momento simpatizaron y patrocinaron a la Cuatrote, la Avanzada, el gobierno humanista, morena y aliados, etc.
La secretaria Ninfa Deandar solo se reúne, escucha y atiende a los empresarios que se auto erigen como representantes de sus pares, aunque no existe asamblea, reunión, organismo, declaración o acta en la que se valide dicha representación.
Los mismos sujetos que hoy se dicen presidentes de la mesa del cuidado del agua, que ayer fueron lo presidentes e integrantes de la mesa de seguridad, que se sientan en los sillones en calidad de representantes de la «sociedad civil» para temas de la salud pública, la ecología, la educación superior, la seguridad, el fomento económico, el tema energético, la participación social de empresas públicas, la modernización del puerto, la promoción turística , etc.
La queja con Ninfa Deandar, hija y homónima de la amiga del presidente, que muy pronto dejará de ser presidente, es que sólo atiende a los panistas.
Es entendible que Ninfita atienda a los empresarios que conoce, que son sus amigos. Su obligación es atender a todos. Pero lo que quizás no perciba o no vea, es que esos amigos (panistas) le han hecho un cerco, la tienen copada, le han impedido atender o ir con otros, precisamente con los que simpatizaron y/o financiaron al equipo y al partido del que hoy forma una parte importante y de privilegio.
Agregaría que la secretaria de Desarrollo Económico no sale del eje Nuevo Laredo – Victoria – Tampico, pero creo que en eso resulta mejor que sus compañeros de gabinete, que solo atienden a Victoria y en Victoria, y que no rebasan los límites de Güemes.