Los verdaderos ganadores de una coalición perdedora
Por: Vicente Hernández
“La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”.
«Edmond Thiaudière»
Pasadas las elecciones del dos de junio, cada partido político de la coalicion PAN, PRI y PRD tendrán que enfrentarse al doloroso recuento de los daños, a los daños ocasionados a sus militantes y a sus registros, porque en lo que respecta a sus dirigentes, estos ganaron perdiendo, debido a que nada pendejos se anotaron en los primeros lugares de las listas de candidaturas plurinominales al Senado de la Republica, tal es el caso de; Alejandro “Alito” Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, respectivamente.
En el primero de ellos; (PAN) ya levanto la voz el ex coordinador de campaña de Xóchitl Gálvez, Max Cortázar, pidiendo la renuncia de Marko Cortés, por considerar que debe dejar que el PAN se renueve, dando paso a una necesaria oxigenación con gente nueva, y que el partido tenga un giro de 180 grados para cambiar a nuevas estrategias que garanticen la supervivencia del partido, así como la garantía de triunfo en las siguientes elecciones.
En cuanto al segundo partido; (PRI) las voces pidiendo la renuncia de Alejandro “Alito” Moreno a la dirigencia nacional de este instituto político, no son nada nuevas, ya que en el año 2022 quince exgobernadores priistas exigieron su renuncia, entre ellos: Jesús Aguilar Padilla exgobernador de Sinaloa; José Reyes Baeza, Fernando Baeza y Patricio Martínez, exgobernadores de Chihuahua; Miguel Borge Martín, exmandatario de Quintana Roo; José Natividad González y Benjamín Clariond Reyes-Retana, exgobernadores de Nuevo León; Samuel Ocaña y León Armando López Nogales, exmandatarios de Sonora; Rogelio Montemayor Seguy y Enrique Martínez y Martínez, exmandatarios de Coahuila; Marco Mena Rodríguez, exmandatario de Tlaxcala; Guillermo Mercado Romero, exgobernador de Baja California Sur ; Rigoberto Ochoa Zaragoza, exgobernador de Nayarit; y Alejandro Tello Cristerna, exgobernador de Zacatecas.
Y las renuncias a este otrora partido “aplanadora” han sido numerosas, una de las mas recientes, es la de la excandidata a la gubernatura del Estado de México en 2023, Alejandra del Moral, la cual en una parte de la carta de renuncia a este partido expresa: “La actual dirigencia nacional ha dejado de lado los ideales revolucionarios de democracia y justicia social. El PRI que conocí, al que orgullosamente representé y defendí, ya no es el mismo. Se ha alejado de ser una voz auténtica del pueblo”. Pero estas cartas de renuncia, las disidencias y divisiones, parecen no importarle al todavía líder nacional priista “Alito Moreno” porque forrado de millones de pesos por la venta de candidaturas, las prerrogativas del INE, y su jugoso sueldo como futuro Senador, que sus detractores digan misa, que al cabo lo bailado quien se lo quita.
El tercero de la tarde; (PRD) fue el partido que más daño resintió, no solo por la perdida de su candidata de coalición, sino por la pérdida de su registro a nivel nacional, ya que de acuerdo con el artículo 41 de la Constitución, los partidos políticos nacionales necesitan al menos el 3% de votos para mantener su registro, y el PRD obtuvo el 2.13% de los votos totales, y para diputaciones solo el 2.45% de acuerdo con el conteo de votos del Instituto Nacional Electoral (INE), lo que lo sitúa como un partido sin registro después de 35 años de presencia política, partido que surgió a finales de la década de 1980, en un contexto marcado por el rompimiento interno del PRI, las crisis económicas recurrentes, y la aparición de movimientos sociales en contra del autoritarismo del partido hegemónico; (PRI) naciendo la entonces llamada “corriente democrática” encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, la cual recibió apoyo de diversos grupos marxistas, maoístas y trotskistas, y sirvió de plataforma para la campaña de Cárdenas a la presidencia de la república, posteriormente el registro oficial del PRD se logró a través de la cesión o anulación del registro del PMS, permitiéndole participar en todos los procesos electorales del país.
Y bajo esas siglas, en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas ganó la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, y en los años siguientes, el PRD obtuvo varias gubernaturas, incluyendo Zacatecas, Tlaxcala y Baja California Sur, teniendo como jefa de Gobierno del Distrito Federal sustituta (por haber pedido licencia Cuauhtémoc Cárdenas) a Rosario Robles Berlanga, entre el 29 de septiembre de 1999 y el 4 de diciembre de 2000.
Después vinieron algunos otros personajes perredistas como jefes de gobierno, Andrés Manuel López Obrador en el 2000, Marcelo Ebrard en 2006 y Miguel Ángel Mancera en 2012, sin embargo, para el 2018 el PRD se alejó de las preferencias ciudadanas, y entró Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno ya representando a Morena, partido al que se fueron cientos de militantes del PRD.
Pero igual que en los dos casos anteriores, el dirigente nacional perredista Jesús Zambrano será Senador por vía plurinominal, pero como todo político él tiene dos caras para cada situación, la cara triste postrado ante el féretro con el cadáver del ya no tan brillante “Partido del Sol Azteca”, jurando ante sus despojos que el partido no ha muerto, y que como el “Ave Fénix” resurgirá de entre sus cenizas, y la cara enérgica, para declarar que las 18 iniciativas propuestas por López Obrador ¡no pasaran! porque desde la cámara, la oposición las contendrá y rechazara, valiente posición, a sabiendas que esta oposición a la que invoca, podría ser solo testimonial, de acuerdo a las ultimas estrategias o marrullerías de Morena, en complicidad con el INE para obtener la mayoría, y así como dice el dicho, podría decir Jesús Zambrano: “El muerto al pozo y el vivo al gozo”. ¿Qué, no?