Fin de sexenio en el campo legislativo e incierto inicio de nuevo sexenio
Por: Vicente Hernández
“El hombre por más valiente que sea le tiene miedo a una sola cosa: a los pendejos, ni por temprano que te levantes donde vayas, ya está lleno de pendejos, y son peligrosos porque al ser mayoría eligen hasta el presidente”
«Facundo Cabral»
Recordé esta reflexión del gran compositor Facundo Cabral, a propósito del pequeño texto que algún amigo me hizo llegar sobre una pregunta hecha al escritor ruso Antón Chéjov, sobre la naturaleza de las sociedades fallidas, a lo que él respondió: “En las sociedades fallidas, hay mil tontos por cada mente exitosa, y mil palabras torpes por cada palabra consciente. La mayoría siempre sigue siendo tonta y constantemente domina a lo racional. Si ves temas triviales al frente de las discusiones en una sociedad, y personas triviales ocupan un lugar central, entonces estás hablando de una sociedad muy fallida.
Por ejemplo, millones de personas bailan y repiten canciones y palabras sin sentido, y la persona que escribió la canción se vuelve famosa, conocida y amada. Incluso las personas tienen su propia opinión sobre cuestiones de la sociedad y la vida. En cuanto a escritores y autores, nadie los conoce y nadie les da valor ni peso. A la mayoría de la gente le gusta la mezquindad y el entumecimiento. Alguien que nos droga para hacernos perder la cabeza, y alguien que nos hace reír con tonterías, es mejor que alguien que nos despierta a la realidad y nos lastima diciendo la verdad. Por tanto, la democracia no es adecuada para sociedades ignorantes, porque la mayoría ignorante decidirá su destino. Sociología global.
La decisión tomada este dos de junio para elegir gobierno federal, estatales y municipales, fue de una mayoría que no deja duda que la gente voto de manera masiva, hacia un partido o movimiento que supo organizarse con abundantes recursos económicos, con años de anticipación, con candidata ya perfilada años atrás, con los programas sociales (7 de cada 10 votaron por Morena), con voto corporativo de los militares, con voto corporativo de los servidores de la nación, con la diaria propaganda electoral desde el pulpito mañanero, de un presidente que no respeto las leyes electorales, de 23 gobernadores que aplicaron recursos condicionados al voto guinda.
Pero sobre todo, con una gran parte de la ciudadanía que conoce mas de futbol, que conoce todos los nombres de los jugadores del Club América, de que colores eran los calzones de Bad Bunny en su ultimo concierto, de que se trato el ultimo capitulo de la serie de Luis Miguel, pero si a esta misma gente se le preguntara cual es el sistema político por el cual se rige México, o quien es el diputado de su Distrito que lo representa en el congreso, de cuantos regidores y síndicos se compone el ayuntamiento donde vive, no podrán responder, ya que su única fuente de información es la que recibe de su comadre por wasap, que piensa que todo lo que se dice en el Facebook es verdad, que no lee editoriales en periódicos impresos o virtuales, limitándose a leer la nota roja, los chismes de los artistas y los horóscopos.
Esa es en si, la parte de la población que determino el futuro de México, personas que quizás no sean mezquinas, ni estén entumecidas mentalmente, pero que no están “politizadas” sino adoctrinadas, con bombardeos mañaneros, para que repitan sistemáticamente adjetivos calificativos como; corrupto, prianista, conservador, chayotero, clasista, aspiracionista, para que automáticamente les sean aplicados a aquellas personas que no piensen como el presidente, sobre todo a las personas de libre pensamiento.
Aun no da inicio el nuevo sexenio, pero las tormentas ya se avecinan en las cámaras de diputados y senadores, donde en el mes de septiembre habrán de discutirse, y probablemente aprobarse 20 nuevas reformas constitucionales, que tocan temas como salarios, vivienda, pensiones, becas y hasta eliminación de organismos autónomos, que es la reforma más importante, ya que laceraría varias libertades, entre ellas la de Libertad de Expresión, con el argumento demagógico de que las nuevas reformas 2024 buscan “defender al pueblo de México de todo el daño que hizo el periodo neoliberal”, en el que el país solo existía para algunos cuantos, pero con esto se pretende dar pie a “la justicia social” y continuar con el objetivo principal de la Cuarta Transformación, combatir la “corrupción” ¿así o más dictatorial, regresivo y represivo terminara este sexenio? Lo que si es seguro, es que la próxima contienda se llevara a cabo en el campo del poder legislativo.
Cierro texto con un pensamiento de Luis Donaldo Colosio: «México no quiere aventuras políticas! ¡México no quiere saltos al vacío! ¡México no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces! ¡México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia!»