Agencia Reforma
¿Quién dice que los triunfos democráticos ya no son posibles?, cuestionó el diario The Wall Street Journal en su editorial al referir que México entregó el domingo uno para el gobernante partido de izquierda Morena y su candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
El diario dijo que la pregunta es si este avance democrático creará una oportunidad para cambios constitucionales antidemocráticos.
Sheinbaum es una protegida del actual Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la amplia victoria también parece haberle dado a Morena una mayoría cercana a dos tercios en la legislatura.
Esto significa que Morena tiene los votos para aprobar las enmiendas constitucionales de AMLO diseñadas para consolidar el poder del partido en la Corte Suprema y eliminar los órganos reguladores independientes.
Debido a que el nuevo Congreso toma posesión de sus escaños un mes antes de que AMLO deje el cargo el 1 de octubre, podría impulsar su aprobación antes de que finalice su mandato. Esa perspectiva explica la caída del peso del 4 por ciento ayer, mientras que el mercado de valores mexicano bajó alrededor del 5.7 por ciento.
Los mercados estarán atentos a ver qué Claudia Sheinbaum emerge en el cargo: la ideóloga o una negociadora más pragmática. López Obrador y Sheinbaum son populistas de izquierda que quieren poner al Estado en el centro de la economía. Tiene un doctorado en ingeniería energética y a principios de la década de 1990 vivió en el área de San Francisco, destacó el diario.
En su discurso de aceptación, Sheinbaum adoptó un tono conciliador y prometió “respetar la libertad empresarial y facilitar con honestidad la inversión privada, nacional y extranjera”.
Mientras traza su propio rumbo, Sheinbaum enfrentará los problemas que AMLO dejó atrás. El sistema de salud pública está en quiebra y hay un gran déficit fiscal. Pemex tiene unos 103 mil millones de dólares en deuda pendiente y debe a sus proveedores más de 20 mil millones de dólares.
Sheinbaum ha prometido poner a los pobres en primer lugar, pero eso significa que la economía de México tendrá que seguir creciendo. Su desafío será cuadrar su buena fe socialista y su historia de activismo climático en el panel climático de las Naciones Unidas con políticas que atraigan capital extranjero para expandir la prosperidad.
Una primera prueba será si Sheinbaum continúa la campaña de AMLO para que el gobierno controle la generación de electricidad y la exploración petrolera. Excluir a los inversionistas privados viola el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC). El presidente Biden no ha logrado hacer cumplir el capítulo energético del nuevo acuerdo, pero una segunda administración Trump probablemente lo haría.
También tendrá que abordar el colapso de la seguridad interna. Los cárteles controlan gran parte del país y la extorsión es una rutina. Los traficantes de personas dirigen las caravanas que llevan a millones de inmigrantes a la frontera de Estados Unidos. Recuperar la autoridad del Estado no será fácil. Pero una relación más estrecha con las autoridades estadounidenses podría ayudar.
