Supera ozono previsión anual
Agencia Reforma
El Valle de México alcanzó la novena contingencia por ozono, con la que se superó la previsión de emergencias ambientales por este contaminante.
En febrero la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) estimaba entre tres y ocho episodios de este tipo para la temporada de ozono, que comienza a mediados de febrero y concluye en junio.
A las 14:00 horas de ayer, las concentraciones más altas del contaminante se midieron en el sur de la Capital, indicó la Came. En las estaciones de Benito Juárez, Centro de Ciencias de las Atmósfera y Pedregal se alcanzaron 158, 157 y 156 partes por billón de ozono.
La especialista Beatriz Cárdenas, directora de Calidad del Aire de la organización World Resources Institute (WRI), señaló que la emergencia obliga a replantear las medidas para reducir la contaminación.
«Es momento de preguntarnos si se tienen que revisar de nuevo las medidas ante estos escenarios de ondas de calor», expuso la experta.
Subrayó que el programa de contingencias debe ser modificado, porque además del ozono, también han aumentado las partículas, asociadas en algunos casos a los incendios forestales.
Las nueve contingencias por ozono de este año se suman a una por partículas que se activó en enero.
«El ozono está en niveles de contingencia, pero las concentraciones de partículas son muy altas y ozono con PM 2.5 son la mezcla para tener impactos en salud sinérgicos, más de los que esperaríamos, si solamente estamos expuestos a ozono», apuntó Cárdenas.
Los Inventarios de Emisiones, elaborados por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), están retrasados y ofrecen datos que no se pueden comparar entre sí, debido a que siguieron metodologías distintas.
«Tenemos más emisiones por el aumento de vehículos, mayor consumo de gasolinas, más congestionamientos, la expansión de las zonas urbanas y, si no tomamos acciones, las emisiones, con o sin temperatura, van a aumentar», puntualizó.
El calor, con temperaturas cada vez más altas, facilita condiciones para formar contaminación de ozono y a la vez impedir su dispersión.
Subrayó además que las fuentes generadoras de Compuestos Orgánicos Volátiles, como lo son productos de limpieza, de belleza y el consumo de gas, operan sin una norma federal para controlarlas.
«En la Zona Metropolitana del Valle de México tenemos 30 años tratando de reducir emisiones, la pregunta es si la velocidad en la que se han implementado estas acciones es la que requerimos. Esa es la parte que hay que revisar», anotó.