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El Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) ha confirmado la renuncia de Néstor Abraham Puente Jasso como candidato suplente a la presidencia municipal de Altamira por el Partido Acción Nacional (PAN). Decisión que presagia inminentes complicaciones para el PAN en las próximas elecciones del 2 de junio.

La Secretaría del IETAM ratificó oficialmente la cancelación del registro de la candidatura de Puente Jasso, y se dejó constancia de esta decisión en un acta firmada por las autoridades del Consejo Municipal Electoral y el propio ex candidato. La renuncia de Puente Jasso no fue una decisión aislada, sino el resultado de desacuerdos y conflictos largamente sostenidos dentro de las filas del partido.

En su declaración de renuncia, Puente Jasso expresó abiertamente su descontento con los liderazgos y los empresarios influyentes dentro del PAN, acusándolos de utilizar el partido como una plataforma para avanzar sus intereses personales y empresariales, en detrimento de los militantes que genuinamente apoyan al partido por convicción y principios democráticos. Estas acusaciones resaltan un clima de tensión interna y descontento, sugiriendo que el partido está lejos de ser una entidad unificada y coherente.

La crisis de liderazgo y la falta de cohesión en el PAN de Altamira llegan en un momento crítico, justo cuando el partido busca consolidar su posición y captar el apoyo de los votantes en el proceso electoral. La renuncia de una figura clave como Puente Jasso es una pérdida significativa para la estructura de candidatura del PAN y además podría ser un síntoma de problemas más profundos que podrían afectar su desempeño en las urnas.

Con el reloj avanzando hacia el día de elecciones, el PAN enfrenta el desafío de reagruparse y presentar un frente unido a los votantes. Sin embargo, con las fisuras internas ahora expuestas públicamente, el partido podría tener dificultades para convencer a los electores de que es una opción viable y confiable.

 Esta situación en Altamira podría ser indicativa de un problema más amplio dentro del PAN a nivel nacional, donde la lucha por el poder y la dirección del partido continúa influyendo en su cohesión y estrategia electoral, dejando a su candidata Xóchitl Galvez no solo atrás en la carrera por la presidencia de la república, sino con un papel tan mediocre, que se quedará tatuado en la oposición para siempre.

Esta renuncia y las circunstancias que la rodean además de poner a prueba la resiliencia del PAN en Altamira, también revelan la incapacidad del partido para mantener su relevancia y eficacia en un panorama político cada vez más competitivo y fragmentado, en el que no se les ve la mínima oportunidad de ganar este próximo 2 de junio.

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