Politólogo
Por Óscar Aldrete.
«Delirio de persecución o victimización electoral.»
Aseveran que el llamado «maquito», Carlos Víctor Roberto Peña, denunció en los EEUU a varios funcionarios del gobierno de Tamaulipas, incluido al Lic. Luis Miguel Iglesias Elizondo, y se asume como «perseguido» y «víctima de acoso».
El delirio de persecución en el que vive desde hace años el Sr. Peña Ortiz, producto de estar siempre involucrado en líos judiciales, hace crisis y pierde el sentido de la realidad. Su situación cognitiva (mental) es preocupante para su familia y para los reynosenses, que evalúan con agudeza la posibilidad de elegir como alcalde a una persona con graves problemas emocionales y de personalidad, que son claramente visibles.
El delirio de persecución se agudiza cuando el paciente llega a un nivel de enfermedad que requiere de atención inmediata. Esto está fundamentado patológicamente, debido a la ambición enfermiza por el poder de su madre, doña Maky Ortiz, quien lo ha utilizado como un vil instrumento para prolongar el poder, sometiéndole a grandes dosis de estrés y presiones, muy lejos de su alcance intelectual, experiencia y coeficiente intelectual.
Hoy, hace crisis en su deteriorado sentido cognitivo y emocional. La vida le está cobrando caro obedecer a su madre a pie juntillas, todo a contentillo de la locura por el poder que invadió a su madre, ¡cual cáncer terminal!
Observen la gran diferencia entre dos jóvenes con educaciones muy diferentes. Luis Miguel Iglesias es la antítesis de la vida de Carlos Peña. Un joven ordenado, lúcido, que tiene muy claro hacia dónde va, con un futuro inmediato prometedor, totalmente lo contrario a la vida de sobresaltos, de presiones constantes por temor a ser detenido, a vivir a salto de mata, correr de un lado a otro, con múltiples enemigos políticos peligrosos heredados por su madre, en su larga travesía por la mala política. Es decir, realmente para un joven de su corta edad y sus claras limitantes intelectuales, es demasiado. ¡Los nervios destrozados están tocando fondo!