Opinión con sentido

Los mártires que tuvieron que morir para que en el 1 de mayo los trabajadores de hoy descansen


Por: Vicente Hernández

“Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños, y en él hallarás a un simple obrero.”
«James Cash Penny»

Para entender por qué cada primero de mayo vamos a ver desfilar a organizaciones obreras en la mayoría de ciudades en la republica mexicana, tendríamos que voltear al pasado, justo al año 1780 cuando da inicio la llamada “Revolución Industrial” comenzando un proceso en la que aparecerían nuevas clases sociales, una mejora en la agricultura, y un aumento de las ciudades, y con ellas igualmente arranca un proceso de crecimiento económico continuo, basado en la aplicación de nuevas técnicas, y en la concentración de unidades de producción, lo cual aumentó los bienes y servicios, y por lo tanto, el aumento de la mano de obra laboral, durando el proceso de la revolución industrial de 1780 a 1850.

Pero junto a este avance de la tecnología, que fue  aplicada a la industria textil del algodón, condujo a la introducción de las máquinas de vapor, que le dieron un fuerte empuje, a la navegación del barco de vapor, pero también se fue avanzando, esta vez hacia la industria siderúrgica, debido a la gran construcción ferroviaria que se comenzó a dar, y con ello, las diversas vías ferroviarias que se empezaron a construir por todo el territorio estadunidense, pero desgraciadamente como consecuencia, la revolución industrial, trajo consigo la consagración del capitalismo como sistema económico, y digo desgraciadamente, porque con este se produjo la consolidación de la sociedad de clases, lo cual hacia a la burguesía diferenciarse de los pequeños artesanos, o campesinos, pero principalmente del proletariado (tendríamos que remitirnos  a Carl Marx)

Siendo entonces la clase burguesa la única beneficiaria de la revolución industrial, pues eran sus industrias las que ganaron capitales, mientras que la afectada fue la clase obrera, porque entre otras cosas las condiciones de trabajo eran bastante fuertes, y los salarios muy bajos, mientras que entre la clase patronal se contaban personas muy adineradas, como eran los grandes comerciantes, industriales o banqueros, que querían ingresar en la nobleza y la mediana, o baja burguesía, que tenían comercios muy inferiores.

Fue solo hasta el año de 1886, cuando en Estados Unidos, una serie de protestas por la jornada laboral de 8 horas, desembocó en la “Revuelta de Haymarket” que fue un hecho histórico que tuvo lugar en Haymarket Square (Chicago, Estados Unidos) el 4 de mayo del citado 1886, por la acción del dirigente sindical Rudolph Schnaubelt, quien lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver un acto de protesta, acto que involucro a ocho trabajadores anarcocolectivistas, de los cuales fueron enjuiciados, y cinco de ellos fueron condenados a muerte, uno de ellos se suicidó antes de ser ejecutado, y dos de ellos fueron recluidos en prisión, razón por la cual, a raíz de este trágico episodio, y por los obreros ejecutados, uno suicidado y dos más encarcelados, fueron denominados Mártires de Chicago por el movimiento obrero.

Entonces, y en homenaje a los Mártires de Chicago, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, instituyó el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores en 1889, esta fecha se celebra en más de 80 países como un símbolo de la lucha por la justicia social, y la reivindicación de los derechos laborales.

Sin embargo, México también tiene registrada su propia lucha por los derechos laborales, la cual tiene su origen a principios del siglo XX, cuando la lucha de la clase obrera, derivó en dos de las más importantes movilizaciones de la época: la huelga de Cananea, Sonora, en 1906, y la de Río Blanco, Veracruz, en 1907, ambas fueron reprimidas por el régimen de Porfirio Díaz.

Por todos estos antecedentes, en México desde hace 111 años se ha venido conmemorando el día primero de mayo como el “Dia del Trabajo” después de que la Casa del Obrero Mundial unificara varias organizaciones obreras, y sus afiliados eligieran esta fecha a partir de 1913, siendo a partir de ese año cuando se celebró el primer desfile obrero del 1º de mayo, con la participación de más de 25 mil trabajadores.

Y a la fecha, en muy pocas ocasiones los desfiles del “Dia del Trabajo” han sido suspendidos, salvo por inclemencias del tiempo, pero la tradición ha permanecido por los últimos 111 años, y sigue vigente hoy día, logrando la clase obrera mexicana significativos avances en materia laboral, en comparación con las condiciones laborales de los primeros años de lucha.

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