Opinión con sentido

Candidatos “Prometetodo”: diría mi abuela, de promesas y tragones, están llenos los panteones

Por: Vicente Hernández

♫♪Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar, la llegada de otro amigo…♫♪
«Alberto Cortez»

Dar un paseo por las orillas de la laguna del Chairel en Tampico, es como ver una película de ciencia ficción de un desastre ecológico futurista, ya que la sequia la ha dejado en esas deplorables condiciones, lo mismo sucede aunque en menor grado con la laguna de Champayan en Altamira, y digo en menor grado, gracias a que se han bombeado hasta 1200 litros por segundo, todo para poder suministrar agua a la población y empresas del municipio de Altamira, por lo que aunque existe cierta alarma por la ausencia de lluvias que equilibren este bajo nivel, Comapa Altamira garantiza el suministro a 98 mil usuarios y 173 empresas del sector industrial, aproximadamente, y todo este resultado esta aunado a la tan criticada tarea de desazolve, que la presente administración llevo a cabo, previendo que con la próxima temporada de lluvias se tenga la capacidad de poder captar la mayor cantidad de metros cúbicos de agua, que estaría garantizando el abasto a la ciudadanía, ya que con el continuo dragado se estaría evitando que el lodo absorba el agua, provocando una considerable baja casi trágica en el nivel lagunario.

Esta es una realidad que los altamirenses pueden constatar, y no las falsas promesas que anda haciendo el candidato a la presidencia Miguel Gómez Orta, quien garantiza que si llega a la presidencia, las lluvias nunca escasearan, y el nivel de la laguna Champayan nunca bajara, cual si fuera sacerdotiso del Dios Tlaloc, pero así es el tamaño de desesperación que tienen tanto Miguel, como David Valenzuela, que esta prometiendo siete mil pesos bimestrales a madres solteras, e instalar en Altamira una “Mega farmacia municipal” promesas que seguramente no podrá cumplir, en el muy remoto caso de que pudiese llegar a la presidencia, pero como dicen que alguien dijo “el prometer no cuesta nada, lo que si cuesta es el cumplir” y así andan en un plan de “prometetodo” incluso de prometer que construirán un puente donde no hay rio, y si de prometer se trata, hasta el rio les prometen que pondrán.

Cuentan que el regidor del cabildo altamirense Jesús Antonio de Anda Medina, anda como la “Zarzamora” llora que llora por los rincones, por no haber sido tomado en cuenta para ser reelecto y seguir cobrando en la nómina del próximo ayuntamiento, y cuando alguien le pregunta que como anda la campaña electoral de Armando Martínez, contesta muy molesto “yo no sé nada, pregúntenle a él, o a los regidores que si van a repetir” que genio tan disparejo, solo porque ya no estará pegado a la ubre municipal, pero quien sabe, conociéndolo como lo conocen sus amistades, de lambiscón y agachón, probablemente agarre chamba de intendente, o velador del palacio municipal. -Chale

Seria por los años 80s´ cuando conocí al entonces niño Julio Alatorre, en mis frecuentes visitas al negocio de su padre, y también apreciado amigo de mi juventud, Jesús Alatorre “La garrincha” o “La amenaza” como era conocido por la clientela y amigos, que acostumbrábamos acudir a saborear las botanas del bar de su propiedad “Las Porteñitas” enclavado en la zona del “Triangulo”. Al paso de los años, Julio ya adolescente junto a sus hermanos, siempre y cuando su tiempo de estudiantes se los permitía, se dedicaban a atender el negocio de la familia, y fue justo en la barra de esta cantina donde entable una amistad con Julio que perduro muchos años hasta su fatal deceso.

Varios años después de practicar la locución en algunas cabinas radiofónicas, y tener programas de televisión como “Mira que bonito”, trabajo en varias administraciones municipales en Altamira como maestro de ceremonias y animador de festivales populares, y durante esa etapa seguimos cultivando nuestra amistad por la frecuencia con la que nos veíamos, yo por entonces reportero diarista, y el como empleado dependiente de la casa de la cultura, de donde surgían los eventos en los cuales el participaba, pero sin desatender sus programas radiofónicos y televisivos, que crearon adicción por escucharlos y verlos, no solo entre la juventud, sino también entre la gente de todas las edades, hoy día a partido de este mundo físico, pero su espíritu jovial, animoso, dicharachero, y sobre todo alegre, perdurara en nuestros recuerdos por siempre. Descanse en paz nuestro querido y bien recordado Julio Cesar Alatorre Zacarias.

Notas relacionadas

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba