Sin Filtros; por Brenda Ramos
En el tablero político de Matamoros, la jugada más reciente ha colocado a Lety Salazar en una posición complicada. Las reuniones y consensos entre Beto Granados de Morena y Mario López «La Borrega» han avanzado, evidenciando una intención de superar sus diferencias. Aunque es cierto que tienen visiones distintas, el simple acto de iniciar diálogos gracias a la madurez política de ambos personajes, es un indicativo de una estrategia de unificación que va avanzando y tendrá repercusiones significativas en la dinámica electoral para favorecer a la cuarta transformación.
Por su puesto que sería prematuro considerar que este acercamiento sea la panacea a todas las divergencias internas que puedan existir. Los diálogos entre Granados y López, aún están en una etapa embrionaria, pero existe intensión y acción por parte de ambos, el primer paso ya se dio y de aquí para delante, intuimos que los caballeros, como profesionales que son, sacarán muy buena chamba.
Repetimos, todos vimos que la relación entre ambos políticos estuvo marcada anteriormente por el distanciamiento, sin embargo, ha comenzado a tornarse hacia una colaboración que, está madurando, y rápidamente está cimentando un frente robusto en contra de la candidatura de Salazar.
Esta disposición al diálogo y a la búsqueda de puntos de convergencia entre Granados y López manifiesta una madurez política que, aunque aún no se traduce en una fiesta de té, sí pone de manifiesto el reconocimiento mutuo de que la cooperación, lo que será vehículo hacia una victoria más segura y contundente.
Mario López, conocido por su habilidad para navegar las aguas electorales con astucia, aporta su experiencia y una capacidad comprobada para atraer votos. Beto Granados, por otro lado, trae a la mesa la energía de la juventud y una perspectiva que podría resonar con un electorado deseoso de cambio y renovación.
La preocupación para Salazar radica en la proyección de lo que esta incipiente alianza podría llegar a ser. Un movimiento que, en sus inicios tuvo dificultades, ahora parece estar ganando la seriedad y el compromiso necesario para convertirse en un contrincante formidable. El tiempo jugará un papel crucial en la solidificación de esta relación; con cada día que pasa, Granados y López tienen la oportunidad de alinear más estrechamente sus visiones y estrategias.
La unidad dentro de MORENA en Matamoros, referida por López ante la prensa, es un indicativo de un frente interno que se está fortaleciendo. Este escenario representa un obstáculo adicional para la campaña de Salazar, quien deberá enfrentar no solo a candidatos individuales fuertes, sino a una coalición y una fuerza dominante.
A medida que la campaña avanza y los acuerdos entre Granados y López se fortalezcan, la presión sobre Salazar y sus aliados se incrementará. Sobre todo, porque Matamoros tiene memoria, el pasado de Lety Salazar es escabroso, corrupto y tormentoso, peor aún su suplente es la madre del “alcaldito” Luis Biasi el ex presidiario que junto a Salazar sembraron terror y desfalcaron las arcas en la ciudad.
Parece que el viento ha empezado a soplar a favor de una alianza entre Granados y López, la brisa se está convirtiendo en tempestad, despejando el camino de la alcaldía y las diputaciones para la 4T, lo cual son muy malas noticias para Lety Salazar.
