Por: Vicente Hernández
“En política se está en contacto con la mugre y hay que lavarse para no oler mal.”
«Enrique Tierno Galván»
Que mala suerte para ciudad Madero, que en esta sucesión de poderes municipales le tocaron candidatos muy balines, al menos entre la coalición “Juntos haremos historia” Morena, PT, Verde Ecologista ya que esta, abandera a Erasmo González Robledo, un cartucho muy quemado, con fuerte olor a huachicol y perfume de mujer bonita, y en la diputación por el Distrito XIX a Cinthya Jaime Castillo una “Comadreja” que salió mal con las cuentas en Comunicación Social de Altamira y se lleno los bolsillos de dinero, que le escamoteo tanto al ayuntamiento como a los periodistas, además resulto golpeadora de mujeres periodistas, dinero mal habido, pero que le servirá para pagar su campaña electoral, que según dicen no tiene mucho futuro.
En la esquina contraria, está el contendiente Carlos Fernández Altamirano, arropado por la Coalición “Fuerza y Corazón por Tamaulipas” y aunque un poquito mejor que “Erasno” también tiene su cadáver en el closet, ya que a mediados del 2022 fue denunciado ante el Ministerio Público Federal, acusado por el grupo parlamentario de Morena, encabezado por la diputada local Úrsula Salazar Mojica como presunto responsable de delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, falsificación de moneda y delincuencia organizada, por el desvío de más de 53 millones de pesos en favor de la empresa TM Futbol Club, administradora del equipo Tampico-Madero, por concepto de “Servicios de Promoción de Imagen” cuando Carlos Fernández fungía como Director General del Instituto del Deporte en Tamaulipas.
Pero; ¿seria Carlos tan tonto para cometer un delito financiero como un vil novato, o fue simplemente acusado por razones políticas? Hay que recordar que Fernández Altamirano tiene Licenciatura en Administración Financiera por el Tecnológico de Monterrey, con experiencia en el sistema bursátil mexicano e internacional, mercado de capitales y mercado de dinero; emprendedor en los conceptos de educación y deporte, entre otros conocimientos relacionados con las finanzas, entonces como seria posible que fuese acusado de desviar dinero por la cantidad de 53 millones 663 mil 920 pesos y dejar huellas como principiante.
Lo curioso del caso, es que se le demando aun siendo diputado local por el XX Distrito Electoral, así lo señala la observación de la Auditoría Superior del Estado (ASE) número 1407, sobre el ejercicio fiscal 2018, y dadas a conocer en una serie de publicaciones de un importante medio de comunicación del sur del estado, pero de esta acusación, Carlos Fernández sigue sin aclarar el paradero de los mas de 50 millones de pesos, menos aún aclarado por el ex director de Bienestar Social, y actual Diputado Federal, Gerardo Peña, siendo esta dependencia la que justifico los gastos de miles de pesos, para difundir supuestamente, actividades de este equipo de fútbol soccer, “La Jaiba Brava”.
Pero esta no ha sido la única acusación de que ha sido objeto Carlos Fernández, ya que hace un año el dirigente del Fosfo, Fosfo, partido Movimiento borra…perdón Ciudadano, Juan Carlos Zertuche Romero y su banda, acusaron al diputado de ser “una vil comparsa y tapadera” del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, (así se llevan de pesado) además de echarle en cara que la administración de gobierno en la cual formo parte, dejo un adeudo de más de 17 mil millones de pesos, volviéndole a restregar, que tiene como pendiente aclarar el destino de mas de 50 millones de pesos, durante su periodo al frente del Instituto del Deporte de Tamaulipas.
Pese a todo lo anterior, Carlos Altamirano es el que mejor aroma despide, ya que, en contraparte, Erasmo González y su “Comadreja” sí que huelen peor, pero bien dice el dicho “Si tu madre fue una cebolla, y tu padre un ajo ¿Cómo quieres oler bien?
