Sin Filtros; por Brenda Ramos
En el actual clima político de México, la campaña de Xóchitl Gálvez enfrenta retos monumentales, sumergida en una serie de errores y controversias que han marcado profundamente su aspiración presidencial y si a eso añadimos su pobre participación el día de hoy en el primer debate presidencial, no hay vuelta atrás, está frita.
La candidatura de Gálvez viene cuesta abajo montada en su bicicleta eléctrica. Desde una estrategia de imagen que ha sido fuente constante de críticas hasta las recientes burlas y un escándalo provocado por un video de uno de sus hijos en estado de ebriedad, la campaña de Gálvez naufraga ante la impotencia de actuar de sus propios aliados. Estos traspiés han servido para consolidar una percepción de inviabilidad, llevando a los partidos de la oposición a reevaluar sus apuestas políticas y centrar sus esfuerzos en la conquista de posiciones legislativas, dejando en segundo plano el apoyo a su candidatura presidencial.
Este panorama de desaliento y repliegue estratégico en el ámbito nacional encuentra un eco en la situación local de Tamaulipas con Yahleel Abdala Carmona, la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de Nuevo Laredo a quien Acción Nacional y el grupo cabecista, ha dejado sola.
Como Gálvez, Abdala ha sido efectivamente abandonada por su propio campo político, enfrentándose a una batalla cuesta arriba contra Carmen Lilia de Morena, quien se perfila con una amplia ventaja. Al ver sus movimientos, errores y caídas, tal parece que se le acabó la suerte con los Cabeza de Vaca, quienes se nota no quieren invertir más en ella o su campaña, y prefieren al igual que en el juego nacional, asegurar escaños en el congreso local, ante improbabilidad de victoria de la mayoría de sus candidatos, siendo Yahleel, la que encabeza la lista de los próximos perdedores.
Abdala, a quien se critica por su estilo de política no convencional y sus múltiples errores en la campaña, a quien se le conoce por tener un carácter explosivo, corriente, verdulero, mentiroso, doble cara y traicionero, experimenta una soledad política exacerbada por la falta de apoyo del PAN y los estrategas del cabecismo en Tamaulipas.
Este abandono se manifiesta no solo en la ausencia de respaldo estratégico y material, y en el notable desinterés por su candidatura, pues los errores que comete además de ser de principiante y reflejar desesperación, manifiestan que no tiene guías ni buenos asesores, es decir, que ha quedado en la orfandad de sus protectores, volando sola y a su propia suerte.
El golpe más significativo para Abdala provino del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), que puso en tela de juicio su registro como candidata debido a presuntas violaciones de la ley electoral. Este revés legal resalta la ineptitud de quien está a cargo de su campaña y fue una estela que iluminó la realidad del desgastado panismo que queda en Nuevo Laredo, del cual ni el Moyo García quiso ya formar parte.
La situación de Yahleel Abdala Carmona y Xóchitl Gálvez son reflejos de una crisis más amplia dentro de la oposición en México. Ambas campañas han sido marcadas por garrafales errores sin vuelta de hoja, llevando a sus aliados políticos a concentrarse en objetivos percibidos como más alcanzables, como la obtención de escaños legislativos, pues una victoria para cualquiera de las dos se ve tan lejana e imposible.
En última instancia, la situación de Abdala en Tamaulipas no es solo el retrato de una candidatura perdida, sino también un símbolo de canibalismo por parte de Francisco Cabeza de Vaca, que da prioridad a salvaguardar su presencia en el Congreso, pues se rumora, desea tener suficientes aliados, para intentar dar un fuerte golpe al morenismo tamaulipeco.
¿Qué planea Francisco? Corromper a los próximos diputados, para tener los suficientes votos, a fin de cobrar venganza por el intento que se hizo de desaforarlo, e intentarlo con el primer gobernador morenista del estado. ¿Se han preguntado porque quiso ser diputado y no senador? ¿Será porque la sección instructora que puede desaforar a un gobernador, está en la cámara baja?
Un escenario que, sin duda, debería de analizarse. Pues con las señales que da el cabecismo de abandonar a su suerte a los candidatos, que como Yahleel van derecho a la derrota, pueden ser el señuelo para un golpe mayor.
