Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
La decisión de seleccionar a un candidato diferente a Lalo Gattás para encabezar la contienda en Ciudad Victoria, es inyectar esteroides al equipo vacuno de la capital del Estado liderado por Oscar Almaráz. Oscar, con las pezuñas y los colmillos afilados, aguarda ansioso cualquier oportunidad que le permita enfrentarse a un rival menos calificado que Lalo. Esta perspectiva no solo amplifica las ventajas de Oscar, sino que también revitaliza las aspiraciones del Cabecismo de recuperar su influencia y control empezando por la capital.
La elección de un candidato inadecuado en este momento crítico sería un error estratégico de graves consecuencias facilitando al PAN su camino hacia la victoria y marcaría el regreso del dominio de los cabezones en Tamaulipas, quienes no se cansarían de restregar que MORENA perdió una joya tan valiosa como lo es la Capital para seguirla lastimando y azotando, una perspectiva que agita el fantasma de un pasado que muchos desearían dejar atrás.
El escenario actual exige una deliberación cuidadosa y una estrategia astuta. La apuesta por alguien que no sea Lalo Gattás implica un riesgo sustancial, potenciando las fuerzas de un adversario de cuidado. La errónea selección de un candidato podría desencadenar una serie de eventos que culminarían en la amarga realidad de ver a Ciudad Victoria caer nuevamente bajo el yugo del clan Cabeza de Vaca.
Este momento decisivo no solo determinará el futuro político inmediato de Ciudad Victoria sino que también podría definir su trayectoria a largo plazo. La importancia de elegir al candidato correcto, aquel capaz de sostener el embate del Cabecismo y mantener el progreso y la estabilidad de la ciudad, no puede subestimarse.
La historia de Ciudad Victoria se encuentra en una encrucijada, y el próximo paso podría llevarla hacia una era de renovación o, por el contrario, hacerla retroceder a tiempos que muchos preferirían olvidar. La decisión está en manos de quienes tienen el poder de moldear el futuro, y el tiempo para actuar es ahora, antes de que la ciudad pueda caer en las pezuñas de los Cabeza de Vaca una vez más.
