La ciudad de Reynosa, Tamaulipas, vuelve a estremecerse con el descubrimiento de un nuevo campo de exterminio, esta vez gracias al incansable trabajo del Colectivo Amor por los Desaparecidos. Edith González, líder de este colectivo de madres buscadoras, reveló la tarde del jueves 9 de noviembre el aterrador hallazgo.
El campo de exterminio se encontraba en la zona Ribereña, específicamente a espaldas de un conocido club de golf, cerca de la ‘curva del Murillo’ en la carretera Reynosa – Nuevo Laredo. Tres áreas distintas revelaron la presencia de fragmentos óseos y restos humanos calcinados, evidencia inconfundible de la brutalidad de la delincuencia organizada.
El descubrimiento se realizó gracias a una llamada anónima que llevó al colectivo hasta un rancho abandonado, ubicado a aproximadamente 10 kilómetros de la carretera Ribereña. Aunque se desconoce el número exacto de víctimas, los restos óseos encontrados en la propiedad abandonada indican un sombrío historial de violencia.
El Colectivo Amor por los Desaparecidos contó con la colaboración de elementos de la Guardia Estatal y Guardia Nacional durante la operación de localización. Se notificó de inmediato a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas para iniciar el levantamiento de los restos humanos y comenzar el proceso de identificación de las víctimas calcinadas.
Este nuevo hallazgo evidencia la urgente necesidad de abordar la violencia y la impunidad que persisten en la región, así como la importancia del trabajo de los colectivos de búsqueda en la lucha contra la desaparición forzada y los crímenes atroces cometidos por la delincuencia organizada.
