Calaverita. Por: Isaias Alvarez
En Río Bravo la muerte andaba lista,
buscando a quien llevarse para la pista.
Miró a Lalo Yañez muy trabajador,
Y dijo «Ese alcalde tiene mucho valor»
Con su traje de huesos y su guadaña fina,
La Parca se asomó a la obra de pavimentación,
«Vaya, vaya, Alcalde, qué linda labor,
la Francisco Villa con concreto su construcción.»
«Pero vengo por ti, no por tus calles»,
le dijo la muerte sin dar tantos detalles.
Lalo confiado, con calma respondió:
«Mi labor en Río Bravo aún no acabó.»
«Ve esas calles, las colonias, los niños jugar,
mis obras son para el pueblo y su bienestar.
La Graciano Sánchez, con su nuevo andar,
y ‘yo también soy diferente’, para igualdad buscar.»
La muerte, curiosa, sus planes detuvo,
ante tal compromiso que Lalo construyó.
«Me llevo a muchos, pero tú te quedas aquí,
tu labor en la tierra aún no vi su fin.»
Y así la muerte, sin más que hacer,
decidió que Lalo tenía más por tejer.
‘Me voy a buscar a una desquehacerada,
En tu distrito quedó mal el diputada’.
