Posdata para los conservadores
Sin Filtros; por Brenda Ramos
Luego de que el jueves pasado, le hayan ordenado al presidente abstenerse de hacer comentarios políticos o electorales, el día de hoy acató esta advertencia dada por la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, pero, aun así, se las ingenió para sacarles canas verdes tanto al instituto como a la oposición.
Junto al letrero que le ordenaron colocar al inicio de su conferencia, el mandatario decidió agregar su propio mensaje; se trata de una posdata para quien llamó Los Conservadores, y una advertencia para estos, sobre ver sus programas, debido a lo que sarcásticamente mencionó que “les puede causar daño psicológico, emocional o afectar los intereses que defienden”.
Sin miedo al éxito, el streamer más visto en español (información fue publicada por Stream Charts) que en agosto alcanzó los 4.56 millones de visualizaciones, considera apropiado llamar, acusar a sus detractores de privilegiados, racistas, discriminadores, corruptos y protegidos.
Sin duda son calificativos bastante fuertes, pero AMLO le aseguró a los medios de comunicación quienes preguntaban si tenía temor a nuevas sanciones que no, debido “a la libertad” (De expresión), que supuestamente impera en nuestro país, sin embargo la mayoría de la prensa allí presente, no ha podido disfrutar de la libertad de expresión de la misma manera en la que un político puede hacerlo.
Esta “posdata” agregada por el presidente es una moraleja universal, aplicable a distintas situaciones, como lo es que no debemos olvidar que la libertad de expresión no es solamente una decisión, sino un derecho constitucional, que debemos hacer valer, sobre todo si somos medios de comunicación.
Pero también es aplicable a todos esos politiquillos, que con tal de buscar consagrarse con el partido que ahora está en el poder, buscan imitar las conductas del presidente, pero solo las que les convienen, ya que en su mayoría esos mismos vienen de los partidos a quien el presidente llama conservadores.
En Tamaulipas, por ejemplo, desde la última contienda electoral, en la que se realizaron las elecciones extraordinarias para Senador, dos contendientes decidieron que era buena idea, perseguir, intimidar y tratar de coartar la libertad de expresión de compañeros periodistas, levantándoles procesos legales, tan solo por expresar sus opiniones en base a sus acciones.
De esa manera tanto la excandidata panista Imelda Sanmiguel como el morenista José Ramón Gómez Leal, podemos ponerles la etiqueta de los enemigos de AMLO los “conservadores” que no soportan que los llamen corruptos, que les digan sus verdades, porque intentan coartar la libertad de expresión.
Luego de eso, se ha puesto de moda en nuestro estado intimidar con el uso legal en contra de los opinadores; el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, algunos alcaldes y actores políticos, siguen violando nuestro derecho a la libertad de expresión mediante este tipo de amenazas.
Pero recientemente, el tema del paro de maestros (que ya terminó) encabezado por Arnulfo Rodríguez, hizo que la animadversión con la prensa en Tamaulipas, escalara a agresiones verbales y físicas por parte de maestros hacia mis compañeros comunicadores.
Incluso nosotros fuimos salpicados por las consecuencias de hablar del incómodo tema, pues recientemente, por medio de las redes sociales nos enteramos que la exalcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, había añadido a su lista de defectos, la intolerancia que solo puede emanar como dijo el presidente de una conservadora que está en contra de la transformación del estado porque quiere que regresen los fueros, los privilegios, y que continúe la corrupción, el clasismo, el racismo y la discriminación, ya que nos acusa de calumniadores por COMPARTIR, DIFUNDIR Y/O REPLICAR una nota periodística, amenazándonos con demandarnos.
¿Qué contenía la nota que le molestó tanto? Mencionaba que su hijo el alcalde Carlos Peña estaba con un pie en la cárcel pues una vez más otro amparo le fue negado y que, además, debido a su amistad, cercanía y camaradería con el profesor Arnulfo, en Reynosa se rumoreaba que había intervenido y/o ayudado a que el paro de maestros que dejo a cerca de un millón de estudiantes de clases en Tamaulipas, se hiciera realidad.
Dicha suposición nace de su cercanía con dos de los líderes magisteriales que encabezaron el paro de labores en Reynosa, son amigos de Maki y de su hijo, pues uno de ellos es el regidor número 4 del ayuntamiento y el otro, funge o fungía como el encargado de educación del municipio.
Las palabras correctas y filosas de mi compañero y amigo Martín Díaz, sazonadas con una fotografía muy bien elegida de Carlos Peña al lado de dichos dirigentes y con su madre por un lado aplaudiendo, le levantaba la mano al líder magisterial, tras su victoria en la lucha por el poder del SNTE, bastaron para que Maki estallara en su contra y en la nuestra.
¿Para que hace amigos y alianzas si luego se va a molestar porque se las recuerden? Aún no lo comprendemos, pero lo que si nos queda claro es que no ha abandonado las viejas costumbres de Acción Nacional, el partido que le dio todos sus triunfos, como lo es, tratar de silenciar a los periodistas.
Y si le molesta lo que fue escrito en este espacio el día de hoy, le invitamos a que demande primero al presidente AMLO, pues solo citamos sus palabras; no creemos que sea tan difícil para ella, pues ya una vez ayudó a que fuera metido a la cárcel, votando a favor de su desafuero ya que, en sus ideas y convicciones, era un delincuente.
En cuanto a nosotros, nuestra respuesta es igual a la del presidente, no dejaremos que coarten nuestra libertad de expresión, no importa si son políticos pequeños, grandes o se encuentren en decadencia, a un paso de la cárcel y dentro del basurero de la política tamaulipeca.