Redacción Sentido Común
En un llamado enérgico a la atención del gobierno federal, la diputada Rosa González Azcárraga, quien encabeza la comisión de asuntos migratorios en la cámara baja, ha resaltado la imperativa necesidad de abordar la cuestión migratoria en México como un pilar fundamental de la política exterior del país.
Durante su intervención en la glosa de política exterior, en representación del GPPAN, González Azcárraga destacó la carencia de una estrategia definida y eficaz por parte del gobierno para hacer frente a los crecientes flujos migratorios en ambas fronteras de México. La legisladora lamentó que, a pesar de cinco años de gobierno federal, la nación se enfrenta a la crisis migratoria más pronunciada en su historia sin una solución clara en el horizonte.
«La promesa de mejorar las condiciones de vida de los migrantes y permitir que solo aquellos que genuinamente lo deseen abandonen el país no se ha materializado. En su lugar, estamos siendo testigos de desplazamientos forzados debido a la violencia y la falta de oportunidades que empujan a la población hacia los Estados Unidos», declaró la diputada.
González Azcárraga subrayó que los derechos de los migrantes en México a menudo se ven vulnerados, ya que la trata de personas y el tráfico de migrantes siguen prosperando. Los migrantes enfrentan condiciones de hacinamiento en medio de temperaturas extremas, además de ser víctimas de extorsiones, secuestros, robos y abusos sexuales.
La legisladora también denunció la crisis interna que atraviesa el Instituto Nacional de Migración (INM) y mencionó el caso del director del INM, Francisco Garduño, quien enfrenta procesos judiciales por su implicación en la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes el pasado 27 de marzo.
Rosa González destacó que los estados y municipios de México se encuentran sobrepasados en su capacidad para hacer frente a la crisis migratoria, debido a la falta de apoyo por parte del gobierno federal. Asimismo, resaltó el papel vital desempeñado por las organizaciones de ayuda civil y religiosa en la supervivencia de los migrantes, y señaló que la situación no es menos difícil para los mexicanos residentes en el extranjero, especialmente aquellos que se encuentran en situación migratoria irregular.
La diputada expresó su consternación por la actitud de las embajadas, que, en ocasiones, complican la vida de los connacionales en el extranjero al eliminar fondos de coinversión entre la federación, los estados y los clubes de migrantes. Además, manifestó su preocupación por la falta de presupuesto para la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que sigue dependiendo financieramente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En última instancia, la legisladora Rosa González hizo un llamado a una planificación y estrategia más minuciosas para abordar el éxodo hacia los Estados Unidos y el retorno de la población, destacando la necesidad de una coordinación más estrecha, tanto a nivel regional como interno, con una política migratoria auténtica y humanitaria.
