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«Exigimos al Ejército que no nos esconda información»: reprocha madre de normalista frente al Campo Militar Número 1

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HERALDO DE MÉXICO


La tarde de este martes ‘no solamente marcharé por mi hijo, lo haré por los otros 42 que también me quitaron’ y también por los miles de no localizados en todo el país, declaró Nicanora García.
La tarde de este martes «no solamente marcharé por mi hijo, lo haré por los otros 42 que también me quitaron» y también por los miles de no localizados en todo el país, declaró Nicanora García.
Créditos: Cuartoscuro

El aroma de arroz recién hecho acompañado de un picadillo casero impregna mi nariz, me recuerda a los guisos de casa, de esos que las mamás cocinan en la intimidad de su hogar para consentir a sus seres amados. Pero en esta ocasión no estamos en la casa de alguien en particular ni celebrando alguna fiesta, estamos a las afueras del Campo Militar N°1, en el municipio de Naucalpan, Estado de México, en el plantón que mantienen los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa con motivo de los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, hace 9 años. Estoy con la señora Nicanora García, quien desde hace 3 mil 285 días no tiene a su lado a su hijo a quien compartirle sus platillos.

«Chamacos, vénganse a comer», les dice la mujer de 63 años a los normalistas que hacen la guardia en el marco de otra jornada más por Ayotzinapa. La cocina improvisada se hace desde el interior de una carpa color blanco que resguarda montañas de víveres, decenas de colchonetas y algunas casas de campaña, ubicadas desde hace seis días frente a la Puerta N°1 del Campo de la Secretaría de la Defesa Nacional (SEDENA). Los estudiantes, algunos con el rostro cubierto, se sientan en el suelo para degustar su comida. «Muchas gracias tía, ya con eso aguantamos la chinga de hoy», menciona uno de los normalistas.


Nicanora García toma asiento frente a las barricadas que colocaron las fuerzas armadas previamente ante cualquier movimiento de los manifestantes. Entre sus manos sostiene la fotografía de su hijo, Saúl Bruno García, quien tiene nuevemente a miles de sus compañeros exigiendo verdad y justicia en las calles de la Ciudad de México. Desde la frontera de Tijuana hasta las playas de Yucatán se hacen todavía la misma pregunta: ¿dónde están los 43 normalistas?

«Estamos aquí para exigirle al Ejército que ya no nos esconda la información, aquí ya no es hablar de una desaparición, nosotros sabemos que fueron ellos los que se los llevaron, se sabe que participaron policías y mandos militares. Es triste saber que las autoridades que fueron creadas para protegernos al final del día son las que nos reprimen», comparte la madre normalista en entrevista con El Heraldo Digital.

La noche de este lunes, el abogado de los familiares de los normalistas, Vidulfo Rosales, aseguró que la administración de Andrés Manuel López Obrador no está dando respuesta a su solicitud de obtener información que el Ejército le negó al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).


El abogado reveló que durante la reunión que sostuvieron en Palacio Nacional se compartió un nuevo informe que se acerca más al de la llamada «Verdad Histórica» que a los nuevos hechos; además denunciaron que criminaliza a los jóvenes y reduce toda responsabilidad al crimen organizado.

La búsqueda por su hijo en medio de la muerte de su esposo
Las actividades al interior del plantón comienzan entre las 7 y 6 de la mañana, los estudiantes normalistas, en su mayoría de los primeros semestres de la carrera, se preparan para la orden del día. Desde realizar mítines en dependencias de gobierno relacionadas con el caso, hasta realizar boteos en calles y avenidas.

Si le preguntan a Nicanora cómo es su hijo Saúl ella siempre responde que es un «chamaco admirable», amable con la gente, educado, que soñaba con ser un profesionista, un maestro normalista. El último deseo que le compartió él fue que una vez que se graduara de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos iba a conseguir un trabajo para que ella y su padre jamás volvieran que trabajar. «Quiero decirle que lo amo y que seguiré buscándolo», dice con una voz entrecortada con lágrimas en los ojos.

Luego de 9 años la señora Nicanora no solamente ha tenido que soportar la desaparición de su hijo de 18 años, también en 2021 vivió la muerte de su esposo Saúl Bruno Rosario, quien por un sufrimiento emocional, sumado a una desatención médica (padecía diabetes) y una nula atención a la Covid-19, murió sin poder volver a abrazar a su hijo.


«Tres padres y una madre se han ido sin saber la verdad, todo este proceso te desgasta, te quiebra, incluso te llegas a enfermar. Esto es una tortura, no sabes si está sufriendo, si está vivo, si está muerto, ya muchas madres queremos que nos den un lugar a donde irle a llorar, queremos que nos den paz», explica

Nicanora no se guarda nada y sentencia: «a lo mejor si mi hijo fuera pariente de un influyente ya lo hubieran encontrado». Pero no es así, confirma, Saúl era un estudiante originario de Tecoanapa, Guerrero, «que logró ingresar a la Normal de Ayoztinapa para cambiar su realidad, lejos de las grandes universidades o instituciones del país».

FGR ha realizado 02 acciones de búsqueda con resultados positivos en 17 de ellos
Desde 2019 la unidad especial de la Fiscalía General de la República (FGR) ha hecho 102 acciones de búsqueda con resultados positivos en 17 de ellos. En tres de esas acciones se han localizado restos óseos de dos de los 43. Nos referimos a Jhosivani Guerrero y Christian Rodríguez. Las búsquedas se han hecho principalmente en comunidades como Cuetzala del Progreso, una de las más cercanas a Cocula e Iguala.

«Doña Nico», como le dicen de cariño, solventa sus gastos vendiendo servilletas para tortillsa, mismas que teje con sus propias manos. Ella revela que mínimo gasta mil pesos por los trasladados desde Tecoanapa hasta la CDMX. «Las vendo para conseguir recursos porque son 500 de ida y 500 de vuelta, además por si se me antoja algo para poder tener dinero», remata.


¿Cuáles son las demandas que le piden los padres normalistas al Ejército?
La comunicación que habla de que 17 estudiantes fueron trasladados a La Brecha de Los Lobos
El dispositivo donde fue almacenada la comunicación intervenida
La identidad del militar que hizo la intervención telefónica con el fin de que aporte más datos
Los números de teléfonos que fueron intervenidos a fin de hacer estudios y análisis que aporten una red de vínculos más amplia


Nicanora recalca que la demanda será la de siempre: presentación con vida de los normalistas. La tarde de este martes «no solamente marcharé por mi hijo, lo haré por los otros 42 que también me quitaron» y también por los miles de no localizados en todo el país, una problemática pendiente en la agenda nacional.

En diciembre de 2018, el presidente López Obrador firmó un decreto para la creación de una Comisión para la Verdad, cuyo objetivo era resolver el caso de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa. En agosto de 2022, el gobierno admitió de manera pública que todos los indicios apuntaban a que los jóvenes fueron asesinados y desaparecidos por el crimen organizado, en contubernio con autoridades de los tres niveles de gobierno y el Ejército.


Ese mismo mes, la FGR logró que un juez emitiera 83 órdenes de aprehensión contra mandos militares, autoridades de distintos niveles en Guerrero y presuntos delincuentes, por distintos delitos relacionados al caso. El día de hoy, 26 de septiembre, las autoridades federales prometieron entregar a los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, los expedientes sin testar sobre la investigación del caso. El resultado: la decepción

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