Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
El grito de combate ‘hasta donde tope’ tuvo poca resistencia y terminó cediendo. La plaza del 15 donde se plantaron los maestros, supuestamente por tiempo indefinido, se le ha devuelto al gobernador Américo Villarreal para que celebre el Aniversario de Independencia. Se trata de una buena señal en el conflicto que sostiene el sindicato con el gobierno de Tamaulipas. Porque, ante todo, conviene ser muy claros; los maestros no quieren ni llaman a sabotear al gobernador: es la dirigencia sindical.
No hay otra palabra que defina las acciones que han salido de la boca del propio Arnulfo Rodríguez: suspender las clases, pedir la destitución de la secretaria, descalificar al gobierno estatal, son sabotajes al orden y a las instituciones legítimamente constituidas.
Hacemos un genuino reconocimiento a todos los maestros que verdaderamente cumplen con su misión en condiciones difíciles, con escasez de recursos y lejos de sus hogares. No somos sus enemigos y queremos para ellos la justa recompensa a su esfuerzo. De ellos también abusa el líder magisterial.
Todavía continúa la parte más grave del conflicto: la suspensión de clases en 4000 escuelas primarias y secundarias del sector público. Después de una semana, si algún padre de familia simpatizaba con el paro, ya se habrá cansado de los chantajes del sindicato y su necedad de afectar a los niños por motivos políticos.
El tope hasta donde tope tenía menos fortaleza de la que aparentaba, afortunadamente. Ahora que ya decidieron retirarse de la plaza del 15, se abre la posibilidad de que reconsideren la suspensión de clases y vuelvan a las aulas este lunes; el plantón en las oficinas de la secretaría pudiera continuar, pero dejar a los niños sin educación está desgastando la imagen de los maestros.
Los malquerientes de Morena apostaban al desprestigio del gobernador, pero los eventos de los últimos días acabaron con este pronóstico. En primer lugar, Villarreal Anaya recibió el respaldo de la Presidencia para atender las demandas de los maestros. Y en esta lucha de poder a poder que se empeñó en plantar Arnulfo Rodríguez, la sección sindical nada pudo hacer con tal oponente.
Incluso el lenguaje del dirigente magisterial ha tomado un tono más suave y amistoso en los últimos días, resultado seguramente de instrucciones que recibió de autoridades nacionales.
Este episodio debe dejar una lección política a todos los personajes involucrados. De parte de la sección 30 del sindicato de maestros, que la sociedad ya no se convence tan fácilmente de cualquier protesta cuando pone en riesgo el cuidado y la educación de los niños. De parte de las autoridades estatales, que se debe respetar a los maestros en su tarea, y que no deben ser utilizados por grupos de interés ligados al poder.
En las coordinaciones regionales o CREDES creció el descontento debido a la utilización de estas áreas estratégicas como centros de organización del grupo AVANZADA, integrado supuestamente por amigos con el fin de ayudar a personas necesitadas. Cuando se supo que realizaban actividades a favor de aspirantes a cargos públicos, incluso por encima de Morena, ya que explota los colores y el nombre de López Obrador, cundió el malestar entre los docentes.
Es sabido que hay amistades, colegas y hasta familiares cercanos al doctor que buscan crecer políticamente a costillas del gobernador, posiblemente sin que él se entere. Es una costumbre muy arraigada en cualquier gobierno las situaciones de este tipo.
Maestros y autoridades estatales pueden trabajar en conjunto, sin rencores ni antagonismos. Pero se deben respetar mutuamente, ser honestos entre sí. Esta es la gran lección que va a dejar el movimiento magisterial.