Carlos Peña Ortiz, con un pie en la cárcel
Martín Díaz Salazar / La Nube
El Clan de los Makis apostaron todo en una jugada que, al parecer, ya está perdida y que podría poner fin no solo a su carrera política, sino también a la libertad del Alcalde de Reynosa Carlos Peña Ortiz.
Carlos Peña Ortiz enfrenta acusaciones por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita o lavado de dinero, y un juez acaba de rechazar el amparo que tenía para evitar su detención, lo que lo coloca nuevamente como prófugo de la justicia.
En el ámbito de la política estatal, circula un rumor muy fuerte de que tanto el Alcalde como su madre fueron los patrocinadores del movimiento que dejó sin clases a casi un millón de estudiantes de nivel básico en el Estado de Tamaulipas.
Los maestros de Tamaulipas, que clamaban por la destitución de la Secretaria de Educación, aparentemente obtendrán como respuesta la “cabeza” del Alcalde de Reynosa, quien se presume siempre estuvo manipulando los hilos de la disidencia magisterial en la capital del Estado.
La estrategia de provocar un problema para luego ofrecerse como la solución al conflicto es una vieja artimaña política muy conocida, en esta ocasión, al parecer les falló el tiro y alguien tiene que pagar por el error.
Maki y Makito han manejado el Municipio de Reynosa como su propio negocio durante casi nueve años, pero su ambición parece no tener límites, ya que buscan ocupar cargos de elección popular para seguir enriqueciéndose con el dinero público.
El regreso de Carlos Peña a la vida pública después de unos días estar en calidad de prófugo de la justicia no hace mucho tiempo se debió al respaldo otorgado públicamente por la máxima autoridad del Estado, quien lo sacó de su escondite para volver a ponerlo al frente del Municipio.
Sin embargo, el Alcalde no tardó mucho en pasar de tomar las riendas del Municipio a fraguar un golpe para desestabilizar a Tamaulipas. Las sospechas de que son los financiadores del movimiento son muy sólidas, y curiosamente, los operadores políticos del Alcalde y del Profesor Arnulfo son los mismos. En política, no hay coincidencias, y esto es bien sabido en el Palacio de Gobierno.
El clan no tiene lealtades ni cumple compromisos, intentaron jugar la última carta de su capital político y la perdieron, y ahora corren el riesgo de perder también su libertad.