Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
La conocida frase ‘no somos iguales’ ha sido utilizada por los peores morenistas para defenderse contra la oposición, a tal grado de caer mal. La primera vez que personalmente sentí que aplicaba esta frase con alguien, fue con el Gobernador y ni siquiera tuvo que mencionarla.
El Gobernador el día de ayer defendió a Carlos Peña ante los medios, pues tocaron el tema sobre la orden de aprehensión del alcalde. Enfatizó en que el gobierno anterior habría implementado una cacería de funcionarios para perjudicar a actores políticos morenos y que, debido a que el ayuntamiento no le otorgó la constancia de residencia a los Cabeza de Vaca, le revivieron una orden de aprehensión a Carlos; puede ser cierto que los panistas hayan quedado dolidos por haber sido bateados en Reynosa.
Pero eso no quita que ni Cabeza de Vaca, ni la fiscalía ni ninguna otra persona o institución de gobierno le compraron el rancho a Carlos con dinero de procedencia desconocida, él solito hizo esa operación, motivo por el cual se le acusa de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Américo mostró empatía ante las preguntas de la prensa y en todo momento apoyó al edil; aun y cuando hace más de un año la familia Peña Ortiz acusó e impugnó los resultados de la encuesta que favoreció al Doctor como candidato a la gubernatura y que por un buen tiempo anduvieron peleando en su obsesión por el poder; incluso hasta hace unos días, los viejos rencores de esta familia fueron transferidos a Adán Augusto López, quien hace una semana despotricó contra un empleado estatal.
No podía faltar el equipo de Carlos Peña regocijándose, ante las declaraciones del Gobernador defendiendo a Makito, pues prácticamente le hizo la chamba a Karla Luna (su coordinadora de comunicación social), misma que no ha podido hacer, muy posiblemente por inexperiencia, pues desde que inició su mandato, mantener la buena imagen de su jefe ha sido casi imposible. Que ilusa al pensar que el Gobernador no sabe que esta familia está llena de traidores juega doble y cada que pueden le meten el pie al Doctor. Sin embargo, la experiencia política del Gobernador le indicó que no dejara solo al alcalde, por el momento.
Carlos muy posiblemente tendrá que elegir entre la libertad o la reelección y esperamos, por el bien de Reynosa, elija la primera; pues realmente no ha sido un buen gobernante. Entre sus problemas con la ley y su inexperiencia, Makito ha realizado un pésimo trabajo; todas las casas encuestadoras que no están en su padrón de proveedores lo afirman: es de los peores calificados, pegadito a Lalo Gattas.
Ante la ayuda del Gobierno estatal, Carlos tendría que ‘devolver la copa’ en gratitud, y permitir se elija a alguien realmente capaz y afín al Doctor y su proyecto. La familia Peña Ortiz ha disfrutado de las mieles del ayuntamiento casi una década; es justo y necesario que se retiren, por el bien de todos.
Lo triste del caso es que el alcalde se sigue victimizando, como si tan solo por ser él o pertenecer a cierta familia o grupo político en especial se le debieran perdonar los delitos por los que se le acusa, la cifra que se gastó para adquirir la propiedad no era cualquier cosa y es una ofensa para la ciudadanía, que a ellos si los persiguen las autoridades, por cualquier movimiento en sus cuentas bancarias, así sea minúsculo.
Por lo pronto, no dudamos que en los próximos días, circulen fotos del alcalde en algún antro de McAllen o San Pedro Garza García, como ha sucedido anteriormente, festejando su libertad con sus subordinados (que también son sus amigos) del ayuntamiento.