Hoy en día, Internet se ha convertido en una herramienta esencial en la vida cotidiana de las personas, brindando acceso instantáneo a una amplia variedad de información y conectando a millones de usuarios en todo el mundo. En México, según un estudio realizado por We Are Social y Meltwater, existen aproximadamente 94 millones de miembros activos en redes sociales, lo que muestra la gran influencia y alcance de la era digital.
En este entorno interconectado, las transmisiones «En Vivo» se han vuelto populares, especialmente en plataformas como TikTok, donde los usuarios comparten instantáneamente momentos de sus vidas con una audiencia global. Los espectadores pueden mostrar su aprecio y apoyo enviando regalos digitales que se convierten en una forma de retribución económica para el transmisor.
Entre los «streamers» más populares, se encuentran aquellos que realizan partidas de videojuegos o aquellos que generan polémica al compartir acontecimientos de su vida privada. Sin embargo, a veces, la magia de la tecnología reside en aquellos que se aventuran en el mundo digital sin importar su edad.
Un ejemplo encantador de esto es «Don Yoyo», un abuelito que logró conquistar el corazón de su público durante una transmisión en vivo. Su nieto, propietario de la cuenta @juankigolfer, le explicó que había varias personas viéndolo en tiempo real. Al principio, Don Yoyo se mostró sorprendido y no sabía qué decir, ya que no se imaginaba que lo estuvieran observando.
«No les voy a decir nada, si yo los viera a la cara o algo lo haría, pero como no veo nada si hablo aquí van a decir: este tío gilipo… está hablando solo», expresó entre risas y honestidad.
A pesar de su inicial sorpresa, Don Yoyo decidió compartir con la audiencia un poco de su vida, platicando, bailando e incluso mostrando algunos cuadros que él mismo había pintado. Su autenticidad y carisma atraparon a los espectadores, y aunque su nieto le mencionó que más de 50 personas lo estaban viendo, el video ha trascendido ampliamente en las redes, alcanzando más de tres millones de vistas.
Los comentarios no se hicieron esperar, y la comunidad en línea expresó su cariño y admiración hacia Don Yoyo: «Qué grande el Yoyo», «Cómo se asoma jaja», «Ojalá mi abuelo hubiera sido así pero no lo pude saber», «El mejor video que he visto», «El mejor abuelo del mundo, que tío más grande», fueron solo algunas de las muestras de afecto que inundaron los comentarios.
La historia de Don Yoyo es un recordatorio conmovedor de que la tecnología y las redes sociales no conocen límites de edad, y que todos, sin importar nuestra generación, podemos encontrar un lugar especial en el mundo digital para compartir nuestra autenticidad y alegría con una audiencia global.
