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El diablo de AMLO

José Ángel Solorio Martínez

Las oposiciones a AMLO, con su estrategia para nombrar candidato a la presidencia de la república, están blindando a MORENA de fracturas, escurrimientos y pleitos postelectorales por su consulta interna para ungir al representante de la IV T -que a la postre, será el aspirante a la primera magistratura del país-.
El proceso anunciado por el bando conservador que encabeza el PAN, le entró el susirio -ansiedad, le llaman los expertos en la conducta y mentalidad humanas- y dio a conocer sus formas para elegir abanderado, desde una oposición que ahora se define como ciudadana.
La mecánica dada a conocer por los voceros del PRIAN y aliados, impacta directamente en el paseíllo de las tapa-roscas guindas. Al empatarse en tiempos y metodología similar -lo mismo que los morenistas, pero más barato- imposibilita que alguno de los aspirantes del lopezobradorista escuche el canto de las sirenas albiazules para jugar el rol de adversario de la IV T el 2024.
Si soñaban con llegar a la pepena, de una postulación cuestionada, se acabó la ilusión. La oposición misma, se cortó las alas
Ni una sola corcholata, está en la ruta de la ruptura.
Y menos, ante el fracasado método del bando conservador, para socavar en las urnas a la IV transformación.
De otra forma: AMLO, salió más diablo que los judas del neoliberalismo.
¿Pero…
… qué impactos, tendrá ese escenario en Tamaulipas?
1.- Ante la convergencia de todas las corcholatas, en la continuidad de la IV T, se percibe una negociación obligada entre los aspirantes. Y en política, la negociación es ceder para mantener. AMLO, Claudia y Augusto, aprisionan el bastón de mando en sus manos.
A la vez, tienen en su área de resolución, los posibles espacios de ese gobierno de coalición -con los factores de poder internos de la IV T- que entregarán a los cinco tapa-roscas, a quienes se les darán las gracias por participar.
Hay mucha tela de dónde cortar.
La jefatura de la CDMX.
El liderazgo del Congreso.
La presidencia del Senado.
Y decenas de secretarías de Estado.
2.- La paz social guinda construida por la sensibilidad de López Obrador, tendrá que bajar en las entidades; o sea: deberá llegar a Tamaulipas.
¿Cómo se reflejará ese pacto en el Olimpo, en la comarca?
Los gobernadores, no tendrán la mesa sólo para ellos. Deberán invitar al ágape, a representantes de las corcholatas caídas. Es decir: podrían llegar a candidaturas y a cargos del gobierno federal en el ámbito local, a representantes de Marcelo, Monreal, Augusto, Noroña y hasta del Verde, Manuel Velasco.
Más claro: los Ejecutivos estatales, tendrán -como Claudia- que gobernar con otras expresiones y otros liderazgos que apuntalarán con la vista en el futuro, los tapa-roscas disciplinados.
3.- Nadie va a perder en el proceso de elección de la corcholata presidencial. Incluso la IV T tamaulipeca, saldrá fortalecida. Diría: hasta de más. Esos actores que están preparándose para sumarse a la tarea de las políticas públicas en Tamaulipas, serán elementos oxigenantes toda vez que la administración local, está llena de improvisados e ineficientes; desde el gabinete, hasta organismos autónomos.
Serán, igualmente saludables, esos elementos que operarán como contrapeso ante la tentación de la búsqueda de un poder hegemónico -y necesariamente excluyente- en la región.
En suma: AMLO, resultó más cabrón que bonito.

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