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Denisse Ahumada o la profund degradación de l política en Tamaulipas

Sentido Común
Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- No es una sorpresa para nadie la clase de personas mediocres que los partidos postulan a los cargos públicos. Ninguno se salva, en realidad: PRI, PAN, Morena, Partido Verde, todos parecen invitar a propósito a lo más corriente. Nunca buscan, por ejemplo, al mejor estudiante universitario o a un ciudadano comprometido socialmente. Esos no aparecen en sus listas de candidatos porque prefieren a personas como Denisse Ahumada Martínez.

La regidora de Reynosa, aliada del PAN, fue detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza con 41.7 kilos de cocaína en su vehículo, una camioneta Suv Mazda. La droga venía colocada en los forros de los asientos y en los costados de las puertas. No se veía a simple vista, pero los rayos X la delataron.

Señoras y señores, es casi el equivalente a un costal de azúcar (50 kilos). La regidora no era, pues, una simple “mula”; por esa cantidad era una narcotraficante en todo derecho. Una estimación primera calcularía el valor de la droga en 145 mil 90 dólares, pero hay otras que la duplican. Como sea, lo sabremos cuando inicie el proceso.

En aquel país, hay una propuesta que utilizan los fiscales para acortar el juicio y obtener más información sobre delincuentes implicados, cuya captura les concede mucha aprobación. Se trata más bien de una negociación que funciona así: “Si usted se declara culpable y me ofrece más nombres, pido una rebaja del castigo. Si no, pugnaré para que le den 60 años de cárcel”. Eso hubiera significado casi cadena perpetua para la regidora panista.

No conocemos exactamente qué conversaron Denisse Ahumada y las autoridades estadounidenses, pero la regidora “cantó” tan pronto como quedó detenida; dijo que ya lo había hecho otras veces y que dejaba el narcótico en San Antonio, Texas. Eso es todo lo que ha trascendido, pero seguramente revelará más.

Este es el final más vergonzoso e indignante que pueda tener cualquier político, cuya función va más allá de representar la ley, pues también deben ser el ejemplo de la sociedad a la que todos aspiran, de la superación del desorden y la conducta antisocial. Pero, ¿qué puede esperar la sociedad cuando su representante se dedica al narcotráfico, quizás el mayor de los delitos del país, del que salen otros peores?

Si a eso se le agrega que es mujer, después de tantas luchas por exigir la igualdad y espacios en la vida pública, la decepción es inmensa. Por supuesto, Denisse Ahumada Martínez no representa a todas las de su género ni debe ser usada para desacreditar las justas demandas de las mujeres. Más bien se debe reprobar al partido que la postuló, pues ella tenía un perfil misérrimo para laborar como servidora pública y, a pesar de eso, la promovieron.

Que la vergüenza sea, en primera instancia, para el Partido Verde, conocidos mercenarios de la política mexicana, porque ellos la registraron como regidora en la elección de 2021. Pero aquí no acaba el asunto.

Que la vergüenza caiga también en el Partido Acción Nacional en Tamaulipas, corrompido hasta el tuétano a partir de 2020. Más vergüenza e ignominia caigan también sobre Luis Cantú, alias el “Cachorro”, e Ismael García Cabeza de Vaca, quienes la recibieron como aliada del partido en 2022. Hasta se ufanaron de su llegada en una famosa fotografía.

Nos espanta pensar que los candidatos del PAN sean la medida de sus líderes. ¿Es que el Cachorro e Ismael no creen en la honestidad, el buen ejemplo o la moral para elegir a sus abanderados? ¿Todos son iguales? Imposible afirmarlo, pero es un hecho que ni el líder del PAN ni Ismael son intelectuales o personas cultas.

“Nosotros hemos sido un partido de puertas abiertas e incluyente”, dijo Luis Cantú, cuestionado sobre la detención de su aliada. Vaya, ni siquiera eso es capaz de contestar correctamente. Incluyente no significa todo el mundo; los partidos no pueden ser refugio de narcotraficantes u otros criminales.

Este será un tema que dará mucho de qué hablar, ya que rebasa el mero ámbito del Partido Verde o del PAN. El mismo martes 13, Armado Zertuche se refirió a la detención de Denisse Martínez como un caso que afectará a toda la clase política.

“Nosotros (los políticos) somos los más interesados, lo más obligados a tener una moral y una conducta pública de primer nivel”, dijo Zertuche. “Lo que ha deteriorado mucho la relación entre sociedad y gobierno es la pérdida de valores en la práctica política”.

Que quede de manifiesto: una mujer dedicada al narcotráfico logró ser candidata y eventual regidora del Ayuntamiento de Reynosa en 2021. ¿Qué pasará en 2024?

Este es el momento perfecto para que la sociedad y la militancia de los partidos representados en Tamaulipas presionen a los dirigentes para que solo promuevan a personas valiosas, honradas y comprometidas como candidatos. De haber actuado así en 2021, nunca hubiera sido regidora Denisse Martínez Ahumada. Y ya que lo pensamos, seguramente ni Carlos Peña Ortiz, pero la lista no acabaría ahí.

Hasta ahora, el partido con mayores preferencias ciudadanas es Morena. Vamos a ver cómo resuelven su proceso interno para las alcaldías y las diputaciones locales y federales de 2024, porque últimamente anda postulando a puros pájaros de cuenta.

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