Sentido Común
Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Uno pensaría que Morena hace valer su mayoría en el Congreso de Tamaulipas para impulsar iniciativas que alivien las necesidades de la gente. Por ejemplo, faltan medicamentos en los hospitales del estado, se ofrecen 20 mil becas escolares a nivel básico pero 80 mil alumnos las solicitan, y nuevamente se pide no viajar de noche por carreteras a causa de la inseguridad.
Morena ha declarado ejercer el “humanismo mexicano”, cuya visión es ayudar a los necesitados. Pues bien, ese no parece ser al propósito de la agenda morenista en el Congreso Local. Una iniciativa urgente para ellos es reducir la edad mínima para ser diputado local a los 18 años.
Hasta ahora, la edad mínima para ser representante en la Asamblea Local es de 21 años, que todavía puede considerarse muy joven, pero muchos han terminado una carrera universitaria a esa edad. Como en todo, es mejor confiar en la preparación y el estudio que solamente en las ganas.
Con 18 años cumplidos, estos bisoños diputados locales apenas habrían terminado la preparatoria, seguramente vivirían en casa de sus padres y no serían en absoluto independientes ni maduros; a lo mejor ni novia o novio habrán tenido. ¿Qué puede reflexionar un chamaco así sobre educación, economía i salud?
Lo que harán los diputados estatales, en realidad, será homologar la Constitución Política de Tamaulipas con la reforma recién aprobada en el Congreso de la Unión. A nivel federal, la edad mínima para ser secretario de Estado ahora es de 2inco años; de senador, de 21, y de diputado federal, de 18.
En principio, nuestra legislatura reformará la ley estatal para bajar la edad mínima a 18 para ser diputado local, pero en teoría puede extenderla a regidores y alcaldes. No se ha hablado de eso, pero conviene seguir atentos el caso.
De igual manera, se requiere que una cuarta parte de los Ayuntamientos apruebe la reforma a la Constitución local para que pueda ser publicada en el Periódico Oficial del Estado, última etapa para que comience a aplicarse.
No entendemos cuál es la importancia o necesidad de redactar este tipo de leyes cuando es evidente la falta de tantos servicios y apoyos de mayor trascendencia, comenzando por el empleo, cuyo nivel sigue muy por debajo del que se tenía antes de la pandemia en 2020. Igualdad, derecho, justicia, suenan bien, pero se agradecería que citaran un ejemplo de mejora o avance ahí donde ya permiten a jovencitos tomar decisiones de Estado. Por el contrario, abundan los ejemplos del pésimo papel que tuvieron gobernantes juveniles en el pasado.
El español Alfonso XIII fue el rey más joven de la historia, ya que nació siendo monarca tras la muerte de su padre Alfonso XII. Ejerció hasta los 16 años y su gestión fue una pesadilla para las clases populares y campesinas, que estaban entre las más miserables de Europa. Por lo mismo, se abolió su reinado en 1931, cuando nació la Segunda República Española.
Caso parecido fue el de Puyi, el último emperador de China, coronado en 1908 cuando tenía solo 2 años de edad. Tuvo que ser llevado al trono en pañales por su padre. Estallada la revolución comunista debido a la pobreza galopante del país, el imperio de Puyi quedó proscrito para dar paso a la República de China.
Hay también ejemplos de jóvenes exitosos al frente de una nación a pesar de su juventud, incluso en Europa, donde no dan ni un margen de error a los servidores públicos. Pero es una juventud preparada, con estudios y especialidades, no de bachilleres llenos de barros que todavía piden permiso a su mamá para salir de noche.
Ahí está Sebastian Kurz, quien se convirtió en canciller de Austria a los 31 años. Es el jefe de gobierno más joven del mundo actualmente. Lidera el Partido Popular Austríaco, de tendencia conservadora y proeuropea.
Un caso ya célebre es el de Sanna Marin, quien llegó a primera ministra de Finlandia en 2019 a los 34 años. Es la segunda jefa de gobierno más joven del mundo actualmente. Pertenece al Partido Socialdemócrata, de centroizquierda, y es defensora del estado de bienestar y la ayuda social.
Hay que incluir, desde luego, a Emmanuel Macron, presidente de Francia en 2017 a los 39 años. Es el jefe de estado más joven de la historia francesa y el tercero más joven del mundo actualmente. Fundó el movimiento En Marche!, de centro y reformista.
Otro joven presidente famoso tanto por su edad como por su trágico final es John F. Kennedy, de Estados Unidos. Se convirtió en mandatario del país más poderoso del mundo a los 43 años. Fue el jefe de estado más joven elegido democráticamente en la historia estadounidense y el quinto más joven del mundo. Pertenecía al Partido Demócrata, de centroizquierda y progresista. Curiosamente, Estados Unidos es gobernado hoy por el presidente más viejo que haya tenido jamás, Joe Biden, de 80 años.
Y aún se escribe la historia de los inocentes Samuel García, gobernador de Nuevo León, y Luis Donaldo Colosio II, alcalde de Monterrey, quienes no lo están haciendo muy bien y exhiben las fallas propias de su inexperiencia.
La buena noticia para Tamaulipas es que la reforma se aplicaría hasta las elecciones del 2027, ya que las cambios electorales se deben aprobar un año antes de iniciar el proceso siguiente, y el de 2024 inicia en septiembre de este año. Como dicen en la escuela iSalvados por la campaña!