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Mandó publicar videos sexuales de esposa de periodista: Lo vinculan a proceso.

Sentido Común

Mauricio Fernández Díaz
Cae en Nuevo León jefe de prensa.

Ciudad Victoria.- Esta historia comenzó en 2018 y culminó en 2023 en el Penal de Cadereyta. Ahí, se declaró vinculado a proceso a Edgar Salvador Martínez Mercado, jefe Comunicación del municipio de Apodaca.

Este es el primer juicio a un encargado de Prensa por abuso de poder de que se tenga registro, al menos en el norte del país. Y las implicaciones pueden ser favorables para todos los que estamos involucrados en los servicios informativos, y que sufrimos amenazas de los funcionarios públicos por nuestro trabajo.

A Edgar Martínez Chávez lo declararon presunto responsable de los delitos de “Amenazas y Ultrajes a la Moral Pública en su variante de Violencia Sexual”, el pasado fin de semana. Citado en el Penal de Cadereyta, la juez de Control, Martha Granados, dando por buenas las pruebas en su contra, lo vinculó a proceso y le dio cuatro meses para que presente su defensa.

La denuncia contra Edgar Martínez Mercado la inició el periodista Víctor Badillo en 2018.

Como jefe de Prensa, Edgar Martínez Mercado exigió a Badillo que no “siguiera publicando reportajes en contra de la administración de Apodaca y sus funcionarios”. En caso de hacerlo, subiría a la red videos de contenido sexual de la esposa del reportero.

Badillo siguió adelante con su trabajo y reveló malos manejos en el municipio de Apodaca. Fue entonces cuando el Jefe de Prensa cumplió su amenaza: distribuyó las imágenes en la escuela secundaria donde estudiaban los hijos menores de la pareja.

Como tantos jefes de Comunicación, Martínez Mercado era señalado como pervertido y acosador sexual por empleadas municipales y reporteras que acudían a buscarle, y a quienes no podía ver sin lujuria. Se trata del abuso de poder más repetido a nivel gubernamental, en la que los funcionarios intimidan o coaccionan a mujeres por la influencia de su puesto.

La mala fama de Edgar Martínez Mercado llegó hasta el Congreso de Nuevo León el 29 de octubre de 2019. La Legislatura llamó al alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal, a destituir a Edgar Martínez por su “actitud nefasta, y porque comete violencia sexual, acoso, laboral y psicológico contras la mujeres bajo su responsabilidad”.

Para calmar la presión, el acalde cambió a Martínez Mercado a otra dependencia, pero continuó manejando desde un despacho diferente al Departamento de Comunicación Social del municipio.

Esta es una de las razones de que continúen los maltratos y vejaciones de los Jefes de Prensa, aunque sean denunciados: la protección de sus jefes, los alcaldes, gobernadores y presidentes, formando una triple cadena de impunidad, abuso de poder y corrupción. Y luego se preguntan por qué los odia tanto la gente cuando terminan su mandato.

Pero los tiempos han cambiado, y Víctor Badillo contó con el apoyo de la organización nacional “Propuesta Cívica”, para denunciar a Edgar Martínez Mercado. El caso fue recibido con mucha seriedad por la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión (Felade). Ahí se inició la carpeta de investigación FED/SDHPDSC/FEADLE-NL/0000250/2018. El resto es la historia relatada más arriba.

Los jefes de Prensa olvidan cual es la verdadera función de su cargo: facilitar la libertad de expresión y opinión de la sociedad, pero se dedican más bien a evitar cualquier señalamiento o protesta contra el gobernante, como un paraguas que lo proteja de la lluvia. No hay nada más humillante que maquillar la realidad a un pésimo mandatario. Pero aún queda la aberración mayor: que ese jefe de Prensa haya sido antes un periodista. Es el caso de Edgar Martínez Mercado.

Castigar o restringir la libertad de expresión tiene varias consecuencias negativas en los ciudadanos y en los mismos gobernantes. Se trata de un derecho humano fundamental que garantiza la capacidad de las personas para expresar sus opiniones, ideas y creencias sin temor a represalias. Cuando se castiga o limita la libertad de expresión, se pierde parte de la libertad de las personas.

Esta libertad permite que la gente discuta y debata públicamente temas importantes, que se exprese libremente en las elecciones y que se responsabilice a los líderes políticos y a las instituciones. Si se limita la libertad de expresión, se debilita la democracia.

Censurar y amenazar, por otro lado, son prácticas de gobiernos fracasados. La censura puede ser aplicada por gobiernos, empresas privadas o grupos de interés. En el caso de los gobiernos, esto es más grave todavía, ya que por mandato están obligados a garantizar el acceso a la información pública, no a ocultarla.

La represión a los informantes crea también una nefasta cultura del silencio en la que las personas no se sienten cómodas compartiendo sus opiniones. Esto puede llevar a una polarización aún peor en la sociedad, ya que los ciudadanos no tienen la oportunidad de aprender de los demás y entender diferentes perspectivas.

Así, la censura, la represión y falsedad de los gobiernos puede crear resentimiento en las personas que sienten que se les ha negado un derecho fundamental. Esto, indudablemente, puede llevar a la frustración y a la falta de confianza en las instituciones y la sociedad en general.

Así lo ha entendido la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión. Ha caído el primer Jefe de Prensa por abuso de poder. Es un momento histórico para ser recordado año con año.

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