Los Américos, sobre el tesoro del SUTSPET
La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
¿Puede una ley, impedir la decisión soberana de los trabajadores para elegir en libertad a sus dirigentes?
¿Es pulcramente legal, dirigir expresamente una ley contra una persona, en este caso, Blanca Valles?
¿La ley a contentillo está inserta en los preceptos constitucionales?
Los cerebros grises de la administración de Américo Villarreal Anaya, están trabajando a marchas forzadas. Atanasia y su consorte, recomendaron al gobernador, utilizar una ley a modo para inhabilitar a Valles para participar en el proceso interno de renovación de su agrupación de trabajadores.
Esa estrategia, podría enrarecer el proceso eleccionario.
Esos parches en el entramado legal, que vulnera la autonomía de los trabajadores podrían generar más contradicciones.
Sólo que la ambición puede más, que la negociación política: los interesados, -los Américos y la doctora Vitamina que los acompaña- intentan tener la exclusiva potestad, sobre el manejo -ubicando a uno de sus personeros al frente del sindicato- del tesoro de los empleados gubernamentales; ni más ni menos, que los fondos de ahorro y los recursos para cubrir las jubilaciones.
Y no son cualquier cosa: pueden llegar a miles de millones de pesos.
Los asesores Villarreal Anaya, y él mismo, andan desorientados.
No es con Blanca Valles, el pleito.
Ella, es un personaje secundario en el manejo de la institución que representa.
De otra forma: no se manda sola.
No es decisión de la eterna lideresa del SUTSPET, ir o no ir por la reelección.
El verdadero jefe de la estructura sindical de la burocracia, hoy cuatroteísta, es Francisco García Cabeza de Vaca. Se infiere: es él, quien mandatará a Valles y dictará sus estrategias.
Blanca, ante la posible improcedencia de las reformas a la ley laboral, tendrá el derecho de participar como candidata. En todo caso -que por angas y mangas, las instancias laborales avalaran esos cambios jurídicos- se aplicarían hasta el siguiente período sindical toda vez -dicen los abogados que una ley sólo tiene valor retroactivo en beneficio y no en perjuicio del indiciado-; de otro modo: Valles, está en posibilidad real de ir como candidata para que la mayoría de los trabajadores decidan si se reelige o no se reelige.
Otra vez: Valles, irá de candidata, si Cabeza de Vaca, establece que así sea.
Después del golpe que les proporcionara Arnulfo Rodríguez, al abatir al candidato de Ameriquitito Villarreal Santiago -Abelardo Ibarra- en la Sección XXX del SNTE, los Américos son más cautos. Más que promover un candidato, intentan cerrarle el paso a Blanca.
Cancelar la participación de la veterana dirigente de la burocracia tamaulipeca, es el triunfo que pretenden construir. De ahí, pasarían a cooptar al candidato ganador -sin Valles en el horizonte- y apropiarse de los ahorros y demás dineros de los empleados del gobierno tamaulipeco.
Cierto: Blanca, está entre la espada y la pared.
Por un lado, está Cabeza de Vaca, que posee documentación de sus estropicios con los capitales de los trabajadores; por el otro, tiene la presión de los Villarreal Santiago, que no dejan títere con cabeza, en donde perciben el olor de los billetes y las monedas.
¿Por qué tanto interés en una entidad que está en franca bancarrota?
Blanca, dejó chillando financieramente el sindicato.
Tiene mucho que explicar; al gobierno y a sus representados.
Bastaría un minucioso arqueo a las instituciones que tiene a su cargo, para desfondarla; política y penalmente.
Los Atanasios, optaron por el camino más espinoso.
Lo peor: podría convertirse en la segunda patada testicular contra los Américos, en la urdimbre sindical del estado que presumen gobernar.