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Cabeza de Vaca y sus perros de cadena.

Sentido Común
Mauricio Fernández Díaz

Usará a Auditor Superior del Estado y Fiscal General contra morenistas y panistas

Ciudad Victoria.- A diferencia de Morena, el cabecismo se preparó para lo que vendría y colocó a incondicionales en dependencias estratégicas de gobierno. También modificó la ley para ampliar la permanencia de estos y asegurarse de que no fueran sustituidos por gente de Américo Villarreal. Ya se acerca, pues, el momento de utilizar una de esas reformas como arma secreta: Jorge Espino Ascanio, Auditor Superior del Estado.

Con altas dosis de hipocresía, panistas como Roberto Gil y Javier Lozano se desgarran las vestiduras por la supuesta concentración de poder de López Obrador, claramente incumplida frente a la Suprema Corte de Justicia la Nación, cuando ellos ayudaron a Cabeza de Vaca a hacerlo realidad en Tamaulipas.

Quizás conviene precisar: en el estado, el Tribunal de Justica, la Fiscalía General y el Auditor Superior sí son autónomos frente al poder de Américo Villarreal, pero son dependientes moral y políticamente de Francisco García Cabeza de Vaca, su principal promotor. De hecho, el presidente del Tribunal, David Cerda, era su Jefe de Oficina.

Se aproxima, pues, el golpe más estudiado por el panismo para debilitar a los morenistas y, de paso, domesticar a los panistas rebeldes.

Personal de la Auditoría Superior del Estado (ASE) ha comenzado la revisión del gasto ejercido en 2022 por los municipios de la entidad; no se trata de ningún hostigamiento o persecución de su parte, pues son funciones que le corresponden por ley. Lo discutible es la atención o discrecionalidad que pondrán en ciertos alcaldes y representantes con los que Cabeza de Vaca ha sostenido diferencias, incluso de su partido.

Aunque no lo parezcan, los fiscalistas de la ASE está volcados en las cuentas de Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, Río Bravo, en primer lugar; posteriormente, buscarán faltas en Ciudad Victoria y Altamira, no porque estén ocurriendo sino por ser de Morena.

Sin embargo, no hay manera de ayudarle ni de matizar los errores a Carmen Lilia Canturosas. Son escandalosos los sobrecostos que ha pagado Nuevo Laredo por las pocas obras realizadas.

Ante ello, Carmen Lilia se inconformó por las observaciones de la ASE en la cuenta 2021, pero el auditor no se quedó callado y le respondió que el órgano fiscalizador tuvo que hacerle 18 apercibimientos a su municipios porque el secretario del Ayuntamiento se negaba a entregar la información.

Ya están encima de la ciudad con la Aduana terrestre más importante de América Latina, como están encima de Reynosa, el municipio más grande de Tamaulipas, y encima de Río Bravo, pues quieren exhibir la corrupción de los gobernantes de la Cuarta Transformación.

Pero también buscan presionar a los panistas, a modo de mensaje cifrado. Cabeza de Vaca, en realidad, es de carácter autoritario y llama rival no solo a opositores sino a aquellos del PAN que osan desobedecerle. Por eso buscará afectar también a los siguientes panistas:

-Chucho Nader Nasrrallah. Es el mejor alcalde del país y el de más obras realizadas por nadie en la entidad, pero aspira a la senaduría y a evitar la confrontación con la 4T. Para Cabeza de Vaca son razones suficientes para presionarlo y someterlo. Aunque lo intente, la percepción ciudadana es firme: Chucho da resultados; Cabeza de Vaca, sospechas de enriquecimiento.

  • Sandra Luz García Guajardo. Era diputada local del PAN pero se declaró independiente y ha votado en contra de los intereses de Cabeza de Vaca. Sandra Luz tiene un enorme defecto: fue titular del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes y dejó un mar de historias vergonzosas. Era pésima administradora; aún se recuerda un viaje a Roma con un séquito de 40 personas solo para tomarse la foto en un Nacimiento y ver al papa Francisco. Tarde o temprano la alcanzará su pasado.

-Linda Mireya González. También fue diputada local del PAN y desertó de la bancada junto con Sandra Luz para integrar un grupo sin partido. No hay mucho que pueda buscarle la ASE, ya que no proviene de un puesto público. Sin embargo, quizás amplíe las pesquisas a su círculo cercano, a familiares, hermanos padres y a cualquiera que ella trate.

Los centuriones que acompañan al auditor Jorge Espino Ascanio en la estrategia cabecista son el fiscal general, Irving Barrios, el fiscal Anticorrupción Raúl Ramírez y el mismo Tribunal Superior del Estado, por si algún juez no quisiera sancionarlos.

Ellos son parte del plan de Francisco García Cabeza de Vaca para vencer a sus rivales políticos, a pesar del cambio de partido en el Gobierno de Tamaulipas; ni siquiera parece que llegó Morena.

La política no un juego de niños ni una actividad inocente cuyas reglas sean le ética, el respeto y la honestidad. Se parece más a los Juegos del Hambre, en el que los derrotados pagan caro los fracasos. Pero en Tamaulipas hay todavía políticos con la mente en las nubes.

El cabecismo procede astutamente y se prepara a mover sus piezas fuertes. Del otro lado del tablero, en el gobierno morenista, solo se ven caras sonrientes y una actitud apática.

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