Ameriquito quiere que los jóvenes se pongan a trabajar: ¿Y el, como para cuándo?Los jóvenes
Por Oscar Díaz Salazar
Conforme a las reformas realizadas en la ley que estipula el diseño de la administración pública del gobierno estatal, que recientemente entraron en vigor, la oficina de atención a los jóvenes dependerá en lo sucesivo de la Secretaría del Trabajo.
Esta decisión de pasar al Instituto de la Juventud al área del Trabajo y desvincularla del área de Bienestar, -y anteriormente de educación- refleja la visión que de los jóvenes tiene el gobernador del Estado, o la de su secretario de Administración, Jesús Lavín Verástegui, a quien se le adjudica la autoría de esta re ingeniería del organigrama del gobierno.
Con la mirada puesta en lo inmediato y en lo cortito, la muda sectorial de la oficina de la juventud, implica un beneficio, pues la titular del Trabajo tiene mucho más oficio, preparación y hambre de triunfo, que la amiga de Ameriquito convocada a repartir las despensas, mientras se llega el tiempo de regresarla a gobernar en su pueblo.
De fondo y objetivamente, me parece que no es correcta la decisión de ubicar a la dependencia de atención a los jóvenes en él área del trabajo, y que la medida refleja la visión y la propuesta que Américo Villarreal tiene para los jóvenes, que no es otra mas que ponerlos a chambear.
La medida no la compartimos quienes pensamos que los jóvenes tienen el derecho a disfrutar de esa etapa de la vida, y hacerlo mientras se preparan para la vida productiva. Estudiar, encontrarse, cultivarse, hacer deporte, socializar, hacer política, leer, viajar, escuchar música, participar en las actividades de la comunidad y expresarse, son algunas de las actividades que realizan, o deberían realizar los jóvenes, mientras se preparan para ingresar al mundo laboral.
Que los jóvenes se dediquen única y exclusivamente a trabajar, es una visión que no comparto y que Américo Villarreal tampoco comparte, en relación a los jóvenes de su casa, de sus hijitos. Si el gobernador quiere que los jóvenes se pongan a chambear, que empiece con el hijo ya no tan joven, que anda de metichón en el gobierno.