Sentido Común
Mauricio Fernández Díaz
Armando Martínez y Lalo Gattas, sin adversarios.
Chucho Nader, su trabajo lo pone como candidato natural a la senaduría.
Adrián Oseguera batalla también con Ameriquito.
La borrega Mario López tiene en el vicegobernador y JR sus peores adversarios.
Ciudad Victoria.- La mezcla de los buenos resultados municipales y la mala imagen de Francisco García Cabeza de Vaca perfilan la reelección de varios alcaldes morenistas en Tamaulipas. La campaña negra lanzada desde Houston por el panista, un necio y mal perdedor, ha sido inútil, y la percepción general es que estamos mejor sin él.
Las elecciones de 2024 son fundamentales para concluir los proyectos iniciados en 2021 en municipios estratégicos de la entidad, donde hoy gobierna Morena. La reelección de alcaldes permitiría coronar estos avances, pero no todos tienen la posibilidad y este es el momento de revisar las fortalezas y debilidades de cada uno.
En Altamira, el profesor Armando Martínez Manríquez tiene el respaldo de la clase trabajadora y la empresarial por su eficiente gestión. A los primeros, obras, calles, alumbrado público y reparación de escuelas. A los segundos, facilidades para la inversión y apoyo municipal en la búsqueda de talentos y personal calificado.
A la gente le ha gustado el estilo cara a cara del alcalde de Altamira, quien, sin imitar a López Obrador, tiene sus propias mañaneras los lunes en la madrugada, y la respuesta ha sido favorable. No se encierra en la oficina ni desaparece durante las horas de trabajo; al contrario: sus jornadas concluyen en algún ejido o colonia entrada la noche. Estas acciones, así como la falta de cuadros en Acción Nacional, el PRI el PRD, dejan los pronósticos a favor de la reelección de Armando Martínez en 2024.
En Ciudad Madero, la oposición no existe, y solo porque ya recibió su segundo mandato, no se reelige por tercera vez Adrián Oseguera. Morena tiene ganada la elección en 2024 y su única preocupación es designar candidato. Los maderenses, por primera vez desde el nuevo siglo, tienen servicios de primer nivel y se respira un aire de verdadera ciudad, no como antes, que era un feudo caciquil. Esto se debe en buena parte al orden financiero que ha logrado Carlo Alberto González, el Tesorero municipal, quién tiene mucha simpatía de la gente para ser el sucesor de Oseguera.
Causando lástima vienen detrás en esta carrera Erasmo González. El diputado federal es malquerido por el morenismo maderense y sería un suicidio político nominarlo para la alcaldía. Se dice en broma que Erasmo recibiría más votos como candidato del PRI que de Morena, y algo tienen de razón, pero ni así ganaría.
Otro de los que levantan la mano es el delegado del programa Bienestar, Claudio de Leija. Apoyado por ameriquito, Claudio se mueva en tierra, conoce desde hace décadas a los liderazgos de sectores y colonias y su capital político no es desdeñable. Ser empujado por el hijo del gobernador en funciones de vicegobernador no es cualquier cosa. Adrián Oseguera deberá utilizar toda su experiencia para negociar y poder dejar a su sucesor sin fragmentar el tejido político que tiene y mantiene, mismo que ha consolidado en sus ya 5añis cómo presidente.
En el centro del estado, Lalo Gattás ha vencido los malos presagios de los opositores y ha reencauzado a Ciudad Victoria por el camino del crecimiento. Las inversiones han vuelto a Ciudad Victoria: en noviembre de 2022 se inauguró una tienda de la cadena City Club, y en marzo de este año Aeroméxico inició un vuelo Victoria-Ciudad de México. Son hechos, no discursos. Gracias a su visión empresarial, motivado también por reactivar el comercio y el empleo, Lalo Gattás le ha devuelto la certeza a los empresarios y ha logrado que los capitales privados fluyan nuevamente.
Sin adversario opositor, Lalo solo debe cuidarse de las luchas intestinal que se empiezan a ver, y no darle municiones a sus detractores.
Sería lamentable que uno de sus familiares fuera candidato, aunque sea por la vía plurinominal dado el ejemplo que ha brindado AMLO.
El alcalde victorense ha salido fortalecido con estos resultados y las obras que va entregando en diversos sectores. Su reelección es inminente y no le deja nada al PAN y sus aliados; hasta los dos distritos de la capital se los llevará la 4T gracias al trabajo de Lalo Gattás, que prefiere hablar con los hechos para tapar bocas, y no con rollazos ni politiquerías de redes sociales.
En Acción Nacional, el único con aprobación, apoyo y reconocimiento es el alcalde de Tampico Chucho Nader Nasrrallah, a quien ya quisieran en cualquier partido y en cualquier municipio del país. Si el PAN aspira a la senaduría, aquí tiene su mejor carta, y esta afirmación sale directamente de las encuestas más calificadas. Pero los albiazules siguen secuestrados por Cabeza de Vaca, un tipo envidioso y corto de miras, que parece estar pensando en otra persona para la candidatura. Las designaciones del PAN serán una verdadera novela de suspenso, con final de infarto para los testigos, pues todo puede pasar.
En cambio, hay un gris panorama en Matamoros para Morena debido al protagonismo de Américo Junior, que insiste en jugarle las contras a la Borrega. La militancia local se está fragmentado a causa de esta lucha interna y amenaza las esperanzas de Mario López de buscar otra vez la candidatura para Senador.
En Reynosa, los nubarrones grises ennegrecen funeralmente para Carlos Peña por su inoperante gestión. Nada ha cambiado desde que asumió la alcaldía en 2022, o tal vez sí, pero para empeorar. Magaly Deandar quiere echar de la silla de Reynosa a Makito, pero también José Ramón Gómez y hasta Armando Zertuche. En fin, es un nido de chacales que se devorarán entre ellos sin que el PAN mueva un dedo.
En cambio, el panismo ve una pequeña luz a su favor en la alcaldía de Nuevo Laredo, donde Carmen Lilia Canturosas ha resultado una pésima administradora, derrochando el presupuesto con empresarios foráneos. Si afina la estrategia, Yahleel Abdalá puede arrebatarle a Morena la alcaldía de Nuevo Laredo en 2024.
En general, Morena apuesta por capitalizar el respaldo popular al mandatario federal y su agenda de transformación nacional, así como por ofrecer una alternativa de cambio frente a la gestión panista que ha sido cuestionada por temas de corrupción, salud y desarrollo.
Sin embargo, Morena enfrenta algunos obstáculos para lograr su objetivo. Por un lado, tendrá que superar las divisiones internas y las pugnas entre sus distintas corrientes y liderazgos, que han generado conflictos y descontento entre sus militantes y simpatizantes. Por el otro, el tema de la inseguridad puede pesar en el electorado.
En las elecciones de 2024, el único problema de Morena Tamaulipas es el propio Morena, ya que sus miembros son difíciles de contentar.
