Sentido Común/Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- En política no hay una señal más clara de mediocridad e inmadurez que reunirse con los notables del pueblo para fingir fortaleza. El único engañado es aquel que recurre a esa maniobra, ya que la gente es más lista y no se traga esos cuentos. Esto se puede ver en cualquier ciudad del país, pero de momento se vive en Río Bravo, Tamaulipas.
Una sarta de empresarios y líderes de organismos rodeó a Eduardo Joel Yáñez Villegas, alcalde de Río Bravo, para “manifestar” su apoyo, según los boletines oficiales. Esta es otra práctica de cacique de rancho, en la que el centro de atención es el reyezuelo y no las obras ni, mucho menos, las necesidades de la población.
En Río Bravo se está escribiendo una página más del autoritarismo mexicano, y eso que decían que se escribiría una de transformación.
El 6 de junio de 2021, los riobravenses votaron en mayoría por Héctor Villegas González, alias el Calabazo. Pero el hombre decidió trabajar por ellos solamente un año y abandonó la alcaldía para asumir el puesto de Secretario General de Gobierno el 1 de octubre de 2022.
Su lugar, entonces, fue asumido por Teodoro Escalón Martínez, el ciudadano por el que legalmente también se votó, ya que fue registrado como alcalde suplente en la misma fórmula. Sin embargo, una conspiración legislativa despojó a Escalón Martínez de ese derecho e impuso como presidente municipal a Eduardo Joel Yáñez Villegas, ya mencionado. Pero falta decir algo más: el novel Eduardo Joel Yáñez Villegas es primo de El Calabazo. Lo siento, don Teodoro, pero la sangre llama.
Esto se llama fraude, abuso de poder y traición. Los Villegas traicionaron al pueblo de Río Bravo para satisfacer sus ambiciones familiares.
Casi todos los regidores apoyaron la usurpación, pero hubo dos con dignidad que prefirieron abandonar la sala cuando tomaban protesta a Eduardo Joel como alcalde. Ellos fueron René Muñiz y José Homero Treviño.
Hay que felicitar a Héctor Villegas como operador político para imponer a su pariente en la alcaldía, arrollando la ley y la voluntad de los riobravenses. Cuánto talento, cuánto valor y fortaleza.
Lástima que solo sepa hacer eso. Como Secretario General de Gobierno, el Calabazo ha sido incapaz de recuperar los órganos dominados hoy por cabecistas, de traer la paz en la frontera chica, incluido Ciudad Victoria, y de alinear a la diputación local de Morena a los intereses del gobernador. Es decir, no ha logrado nada de lo que debe hacer un Secretario General. Tal vez si hubiera de por medio un primo o una tía, Héctor Villegas fuera más eficiente.
En el año en que el Calabazo condujo la alcaldía de Río Bravo prácticamente no hubo un solo proyecto de infraestructura mayor. El primero que reconoció ese rezago fue su propio primo, Eduardo Joel, quien aceptó el “deterioro” del municipio el día de su investidura.
Río Bravo es una de las ciudades con mayor rezago social. Por cada cuadra pavimentada en colonias populares hay 20 en mal estado, sin mencionar la falta de alumbrado público y drenaje. Son comunes las calles deshechas, rotas e inundadas, como las del fraccionamiento Brisas del Campo.
Pero la preocupación de Héctor Villegas es la familia y el poder, que en su caso van juntos, pero no los ciudadanos. En páginas de Facebook, los riobravenses libres han condenado ya la corrupción de los Villegas.
“La silla heredada al mejor postor”, escribió la usuaria Castillo de Guzmán Magdalena Ovalle, quien vive en dicha ciudad fronteriza.
“Ya decía yo que estos no eran tan diferentes a los anteriores”, dijo Fabita Flores, también residente de Río Bravo.
El Calabacito (como empiezan a llamar a Eduardo Joel Yáñez Villegas) también tiene muchos simpatizantes, gente que lo aplaude y lo apapacha. Son cientos de personas, legiones de fanáticos que llenan de “me gusta” y “me encanta” sus redes sociales. Algunas han dejado mensajes del tipo “El mejor alcalde que hemos tenido”, a pesar de que solo lleva 27 días en el cargo. ¿Cómo pudo ser el mejor en tan poco tiempo? ¿Ha llegado acaso un superdotado a Rio Bravo?
En absoluto: ha llegado un súper recomendado. Y si quieren en rio Bravo que les vaya bien, ya saben lo que tienen qué hacer. Solo busquen en la publicación de su Facebook del 21 de abril.
Ese día, el muchacho cumplió años y, como es natural, lo cubrieron de felicitaciones. Es la publicación con más interacciones que tiene, 321 me gusta y me encanta. Un lector curioso verificó las identidades y era gente real, en efecto. Pero ahí mismo estaba la respuesta: ¡80 por ciento eran empleados del municipio!
De esa manera juegan Eduardo Joel Yáñez Villegas y Héctor Villegas con Rio Bravo.