Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Desde la Ciudad de México ha salido un llamado a las bases y fundadores de Morena Tamaulipas para que se unan a un movimiento de resistencia al interior del partido. Al acostumbrado despojo de candidaturas (que algunos llaman venta) anuncian algo peor: la diputación federal morenista prepara un proyecto de reformas para quitar a los militantes cualquier derecho a manifestarse o a impugnar a su partido. Son las señales de una batalla agresiva y virulenta que causará la elección del 2024.
La 4T ya está abriendo camino a su plan para decidir las candidaturas sin consultar ni incluir a las bases, esas que construyeron el edificio de Morena para que otros lo disfruten. Sus diputados federales impulsaron una reforma para rebajar a 18 años la edad mínima para ser candidato a un puesto de elección, y a 25 para ser secretario de estado; se aprobó con el apoyo hasta del PAN y el PRI.
Es clara que la máxima preocupación del morenismo es la política, no la inseguridad o el crecimiento económico. De otro modo no dedicaría tantas horas y esfuerzo a iniciativas de ese corte, por justas que sean. Si ya aprobó que la edad mínima sea de 18 años es porque piensa nominar a personas de ese grupo de población.
¡Quién iba a decir que aquellos niños de 10 años de edad en 2015, cuando se constituyó Morena, se convertirían en sus candidatos a diputados federales ocho años después! Eso también significa que, a pesar de los fundadores y militantes que lo han hecho fuerte, no están pensando en la gente madura para el año entrante.
Esos jovencitos, en realidad, serían la segunda opción para el partido. La primera ya la saben todos y es la más temida y odiada por las bases: los caducos y acabados personajes del PAN y el PRI, que se enriquecieron en aquellos partidos y quieren seguir por más, ahora con la 4T. Ejemplos perfectos de esta usurpación son Carlos y Carmen Lilia Canturosas, así como Maki Ortiz y Carlos Peña.
La cúpula de Morena está preparando, pues, el tiro de gracia a la militancia de larga trayectoria con interés de participar. De acuerdo con un movimiento rebelde lidereado por Gerardo Yamamoto Villavicencio, conocido fundador nacional morenista, el Comité Ejecutivo, que preside Mario Delgado, cabildea con la diputación una maquiavélica reforma para que enmudecer a la militancia y legitimar el autoritarismo en los procesos internos.
Dicha reforma “pretende eliminar el derecho de la militancia a reclamar la violación de sus derechos político y electorales, alegando la autodeterminación y autorganización de los Partidos Políticos”. La cancelación se reforzaría con un ajuste a las atribuciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que ya no atienda reclamos en el tema de las designaciones de candidatos y hasta de dirigentes. Lo queda como derechos a las bases es prácticamente convertirse en ganado ovino.
En este enjuague, se ha informado que las diputaciones federales del PAN y el PRI acompañarían a Morena, lo que sería incomprensible cuando han tenido siempre posiciones contrarias. En realidad, ya han estado de acuerdo en varios temas, y el último precisamente fue el de rebajar la edad mínima para ser elegido a un cargo público.
Las cúpulas de los tres principales partidos no quieren sorpresas ni protestas: buscan “controlar la selección de más de 20 mil candidaturas que estarán en juego el próximo año, entre regidurías, sindicaturas, Presidencias Municipales, Diputaciones Federales y Locales, Senadurías, 12 Gubernaturas y por supuesto, la Presidencia de la República”.
En su mensaje, Gerardo Yamamoto Villavicencio condena la sumisión de los 22 gobernadores de Morena a la cúpula del partido en el diferendo sostenido en tribunales por la ampliación de Mario Delgado como presidente partidista. Los mandatarios presionaron a los magistrados “asumiendo una actitud indebida y poco ética, al ser ellos los que contaminan la división de poderes, al ser ellos los que se entrometen en un conflicto intrapartidista, reforzando la hipótesis de que Morena se está convirtiendo en un partido de Estado”.
Resulta difícil, si no imposible, rebatir los argumentos de las bases inconformes en contra de los gobernadores. Ese es precisamente el peligro que corre Morena en 2024: convertirse en partido de Estado.
Por ellos, Yamamoto Villavicencio llama a las bases del país, entre las que incluye a Tamaulipas, a alzar la voz en contra de la directiva impuesta por el tribunal y contra los cinco miembros de la Comisión Nacional de Elecciones, entre los que está Mario Delgado, por simular métodos democráticos cuando son ellos los que se imponen sobre millones de militantes.
Gerardo Yamamoto Villavicencio es responsable de Capacitación y Formación Política de Morena, y se ha desempeñado como Coordinador Distrital de Morena (distrito 22, Naucalpan) y como Director General de NotiMorena.
Su mensaje ya circula entre los diversos grupos del partido, especialmente en las zonas urbanas como Tampico, Madero, Altamira, Ciudad Victoria, Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa. En las próximas semanas veremos si la chispa ha caído en un barril de pólvora.