JR va por Reynosa; Hay pruebas contra Carlos Peña por lavado; se cae reelección
Sentido Común
Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Carlos Peña Ortiz ha llegado a un punto de no retorno y deberá enfrentar lo peor, a pesar de sus esfuerzos por evitarlo. Ya no se trata de encuestas de popularidad ni de ganar apoyo ciudadano; eso tendría solución. Su problema es con la justicia: las pruebas que lo incriminan son sólidas: la denuncia por lavado de dinero es procedente.
Los problemas políticos de las últimas semanas le sirvieron de cortina de humo para ocultar el conflicto judicial que enfrenta; a la orden de aprehensión que ya se le ha girado se le sumará pronto otra, de acuerdo con una fuente cercana a la Fiscalía.
Su solicitud de captura está debidamente sustentada en la carpeta CP/0017/2021, por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, de los cuales se configuran otros, como lavado de dinero. Carlos Peña Ortiz delinquió según todos los indicios, y un juez de Control lo busca para que responda. ¿Quién es él para estar por encima de la ley?
Porque todos los señalamientos son ciertos, ha promovido cerca de 20 amparos, y uno a uno se ha sobreseído, es decir, ha seguido el proceso judicial sin recibir la protección solicitada.
El alcalde está obligado a comparecer ante un Juez, pues ya se le cerraron las puertas de salida. La acción se basa en la supuesta compra de un rancho 1,500 hectáreas en el municipio de Cruillas, Tamaulipas. Es casi dos veces la extensión de Tampico. Según las escrituras de compra-venta, Carlos Peña habría pagado 4.5 millones de pesos por esas tierras, a la tierna edad de 20 años.
El 5 de febrero de 2021, el abogado Marcelo Olán Mendoza denunció penalmente a Carlos Peña Ortiz y a otros miembros de su familia. Primero, señaló que ese no era ni de lejos el precio real del rancho, sino que tendría un valor de al menos 14 millones de pesos. Segundo, demostró que Peña Ortiz, a la edad de la compra, nunca había ganado dinero por su cuenta o manejado inversiones que justificaran ese patrimonio. Y tercero, al no probar de dónde obtuvo los 4.5 millones de pesos que pagó, estaría cometiendo el delito de lavado de dinero.
18 de mayo del 2021, a solicitud de Raúl Ramírez Castañeda, Fiscal Anticorrupción, se concede la orden de aprehensión contra Carlos Peña Ortiz. Una ráfaga de solicitudes de amparo le permite ganar tiempo hasta salir electo alcalde de Reynosa. Eran todavía los tiempos del PAN, de Francisco García Cabeza de Vaca.
Desde la orden de captura, Peña Ortiz acusó de persecución política al gobierno cabecista. De las imputaciones, todas las tachó de falsas y dijo estar limpio.
Sin embargo, cuando tomó posesión de la alcaldía, nombró Director de Contraloría Social a Marcelo Olán Mendoza, su denunciante. ¿Quién, estando limpio, le da un cargo alto a un embustero? Después de eso, y de la salida de Cabeza de Vaca y el PAN de los poderes Ejecutivo y Legislativo, parecía tener todo controlado.
Pero, súbitamente, Marcelo Olán Mendoza ratificó su denuncia en marzo de 2022.
Esta es la mayor frustración en la vida de Carlos Ortiz Peña: no poderse sacudir la red que lo tiene atrapado desde 2021 y que le arrojó Cabeza de Vaca, pues es a él a quien adjudica este plan. Naturalmente, Marcelo Olán Mendoza fue destituido del cargo el 30 de septiembre de 2022.
El alcalde de Reynosa no tiene en mente ningún proyecto de desarrollo para la ciudad y su población de aquí al 2024. Todas sus neuronas están agitadas por ver cómo evadir la cárcel, pero no ven ninguna salida.
Incluso, para reelegirse, debe pedir licencia antes de la campaña, y ese momento puede ser aprovechado para detenerlo.
El y su mamá, Maki Ortiz, confían en eso, en que Morena lo nomine de nuevo a la alcaldía de Reynosa en 2024. Pero también le esperan malas noticias en este tema.
Ya está sobre el escritorio de la cúpula de Morena el plan para nombrar candidato de Reynosa a José ramón Gómez Leal, el JR. Incluso lo propondrán a los Peña como el mejor camino para diseñar una estrategia contra el proceso judicial, tener tiempo y asesores. Esta y otras excusas disfrazadas de atenciones se usarán para sacarlos de la contienda.
Otra señal ominosa para Carlos Peña y su tranquilidad es el proceso contra Francisco Garduño, titular de Migración, por la muerte de 40 migrantes. El gobierno va en serio en no dar impunidad a sus funcionarios. Garduño no es un recomendado más de la administración federal: es amigo cercano de López Obrador. Si eso le sucede a él, ¿qué puede esperar Makito?
José Ramón Gómez Leal pronto tendrá campo libre para competir y seguramente ganar el municipio más grande de Tamaulipas. Cuenta, además, con el aval de Mario Delgado. Por ahí se dice que Américo Villarreal Santiago anda manejando a otro aspirante. ¿En serio piensa desafiar a Delgado, a Morena y a la Ciudad de México?