La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
La gente responsabilizada de promover en Tamaulipas, a Claudia Sheinbaum está echando en brazos de sus adversarios de la contienda interna de MORENA por la candidatura presidencial, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard. La llamada AVANZADA, en su nombre lleva la penitencia: circunscribe su filiación al gobernador Américo Villarreal Anaya (AVA), reiterando al mismo tiempo que el responsable de esa agrupación es Américo Villarreal Santiago.
Ameriquitito, se mueve por todo el estado -se presume los hace con algunos, no todos, recursos del erario- para articular una red de simpatizantes a favor de la mandataria de la CDMX.
¿Qué tan saludable es esa estrategia?
No lo es mucho.
Es jugar con dados cargados.
El junior del junior, -o sea: el juniorcito, Ameriquitito-, se moviliza no únicamente con recursos públicos; al mismo tiempo, capitaliza los programas federales -Ameriquito y Ameriquitito- pusieron al delegado del gobierno federal; lo sacaron de sus caballerizas, y de sus cocheras -era chofer de ambos Américos- para llevarlo a tan grande responsabilidad.
El vínculo orgánico entre Lauro y los juniors, ha servido a Ameriquitito para utilizar las listas y padrones de beneficiarios en favor de Sheinbaum. Es muy probable que los claudistas oficiales, no sepan que están ayudando a los detractores de la IV T, toda vez que esas actitudes no sólo vulneran los ordenamientos jurídicos tazados por el INE, sino al mismo tiempo, suma inequidad a la campaña interna de MORENA.
Otro elemento que suma turbiedad al proceso interno, es el monopolio de la acción política en MORENA-Tamaulipas: el vástago del gobernador, obstruye -aparte: de forma apabullante- la expresión de otras corrientes y cuadros guindos en el estado. Esto ha generado expresiones de incomodidad entre la militancia de la IV T, que desde hace años se esfuerza por cambiar el sistema político regional.
Apenas ha empezado a emerger irritación por la forma tan excluyente en que la familia Villarreal Santiago, hace política en la entidad. No se suma al tejido impulsor en la comarca de Sheinbaum, muchos actores morenistas por las estrategias de los administradores del lopezobradorismo organizado.
Los Villarreal Santiago, están jugando con fuego.
Estás arriesgándose a ser sancionados por una autoridad electoral, que se ha significado por operar para debilitar y golpear a MORENA y sus procesos. Sólo basta recordar, el último de los manotazos del Poder judicial y el Poder electoral: aceptaron una controversia constitucional, cuando esas entidades, están imposibilitadas para dirimir diferendos de carácter electoral.
Tamaulipas, seguirá siendo ejemplo nacional; tal como lo fue Francisco García Cabeza de Vaca, quien utilizó el poder no para ayudar a las mayorías, sino para ser instrumentos de las élites y sus familias. Incluyendo, la suya propia.
Doña Claudia, es muy probable que no sepa lo que ocurre en Tamaulipas; anda bastante ocupada, enfrentando a una derecha que ha exhibido una inmensa insensibilidad social. En la calle, centenares de grupos extremistas del ala conservadora, no se han cansado de provocar al gobierno de la CDMX, buscando la represión; debajo de las calles -el Metro- decenas de sujetos se esfuerzan por boicotear ese transporte para cargar los platos rotos a la jefa de gobierno y dentro de MORENA algunos grupos presionan para descarrilarla.
¿No sería prudente e inteligente, evitar tensiones, para restar agobios a Sheinbaum?
¿O les vale y desean seguir obstruyendo -voluntaria o involuntariamente- el despegue de Claudia?
