EL RESBALÓN / MARIO ALBERTO PRIETO

En los municipios de Tampico, Madero y Altamira, las “corcholatas”, es decir los gallos o consentidos de los alcaldes para entregarles las alcaldías, ya tienen nombre y apellido.
Hay nombres que tienen peso y toda la posibilidad de poder arrasar en la próxima contienda que se avecina para el 2024.
Sus “jefes” les han dado la bendición y luz verde para que empiecen a moverse para lograr posicionarse entre las simpatías para que resulten los palomeados para la próxima contienda.
No le extrañe que las “corcholatas” aparezcan en las colonias de la zona metropolitana como los “superhéroes” o “Power Ranger” que traen la varita mágica para solucionar el mundo.
Todavía no es momento de promocionarlos, pero además no hay que echarle mucho coco, sólo es cuestión de observar y se dará cuenta de quienes son las corcholatas en cada comuna.
Ahí les van algunas pistas: en su mayoría se trata de funcionarios o allegados a los “jefes de jefes” que buscarán quedarse con la silla de su amigos para los próximos seis años.
Aunque una cosa es que quieran y otra que puedan, esa es la realidad, hay que ver qué es lo que sucede con cada uno de estos gallitos copetones que andan muy enamorados con la presidencia municipal.
Las corcholatitas andan moviéndose, aunque algunos como que tienen patas chuecas, por que no han ocasionado ningún ruido ante la vox populi de cada una de sus comunas.
Sólo tienen 6 meses para estar logrando que la raza los reconozca y los posicionen como un prospecto para las alcaldías, por lo que tienen el tiempo encima.
Por eso ahora verá que en sus redes sociales aparecen hasta maquillados y bien peinaditos, haga de cuenta que les van a tomar la foto para hacer la primera comunión,
Pero eso no les va a funcionar, las cosas son de fondo no de forma, la gente los
quiere ver ensuciándose los zapatos, sudando la “gota gorda” y que dejen de estar en el aire acondicionado de sus oficinas.