La Comuna
El otro atraco millonario
José Ángel Solorio Martínez
La era del gobernador y luego ex gobernador, Francisco Cabeza de Vaca, deberá ser conocida en el futuro como la era gloriosa y dorada de los abogados. La participación del reynosense, en diversas actividades vinculadas al mundo criminal -lavado de dinero, peculado, nepotismo, tráfico de influencias y otras de similar cuño oscuro- lo obligaron a contratar a lo más renombrado de la abogacía mexicana.
Cientos -acaso miles- de millones de pesos se fueron a los bolsillos de esos litigantes de cuello blanco que lucran con la defensa de esos bandidos de la política.
Amparos, cabildeos con jueces de alto perfil, compra de sentencias, llovieron en el estado para regalar impunidad a cambio del dinero de los tamaulipecos.
Abogados van; abogados vienen.
Primero, Adolfo Aguilar Zínser mediante engañifas y picanas le otorgó oxígeno a CdeV para frenar el desafuero; luego, Roberto Gil Zuarth, tomó la bandera de la defensa para hacer ricos a varios magistrados y gestionar el regreso de las cuentas bancarias -dinero de los tamaulipecos- que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) había intervenido.
¿Cuántos dólares fueron a parar a los maletines de los abogados en esa jornada de tironeos del ex gobernador que ha durado casi 3 años?
Aún hoy, CdeV, tiene vivas varias órdenes de aprehensión, lo que sigue siendo una mina de oro para los gandallas de la abogacía a la cual recientemente se sumó Javier Coello Trejo.
¿Cuánto tiempo más, seguirá el debate en los tribunales entre la IV T y CdeV?
No se sabe.
Se desconoce, aquí y allá arriba.
Lo que sí se conoce, y se puede asegurar, los litigantes de la CDMX, continuarán llevándose los recursos públicos de los tamaulipecos.
Cabeza de Vaca, asesorado por sus representantes jurídicos, lanzó una ofensiva contra el gobernador Américo Villarreal Anaya y contra Santiago Nieto, ex titular de la UIF.
La denuncia se centró, en los presuntos excesos desde los cargos públicos que tenían -Senador uno, responsable de la UIF otro- para desaforarlo; es decir: para desplazarlo del cargo.
Coello Trejo, le picó los ojos al ex gobernador.
Resultó más fácil, arrebatarle un costal de dólares a un forajido como CdeV, que a un ciudadano amenazado telefónicamente por un ficticio capo. En ambos casos, el resultado fue el mismo: un atraco en despoblado, un asalto a campo abierto, sin que la víctima pudiera vislumbrar las intenciones del salteador.
¿Por qué acusar a AVA, de excederse en sus funciones de senador?
En honor a la verdad, el hoy gobernador, sólo se sumó a los parlamentarios de su partido, a petición de Santiago Nieto a los órganos de gobierno del Senado.
La mayoría decidió, luego de un intenso debate.
A todas luces, es un fin propagandístico el que busca el ex Ejecutivo estatal.
La conferencia de prensa en donde se dio a conocer la estrategia del ex policía Coello Trejo, se anunció como un evento en donde se darían a conocer varias bombas informativas.
Pasó de noche, la queja de los asesores de Cabeza de Vaca.
Es predecible el resultado de la querella.
El Poder Judicial, alargará los juicios, para acalambrar a los representantes de la IV T en la entidad y para inyectar una artificial fortaleza a su cliente.
Desde Mc Allen, Texas, el exgobernador espera que la espátula de la justicia -la que se compra- retire de su persona las cáscaras fecales, que desde hace años arrastra por los estados de la Unión Americana.
A Coello Trejo, le vale sorbete: sigue engordando…
…sus siempre obesos bienes bursátiles.